Unas 750 personas, en su mayoría deficientes auditivos y sus familiares, así como otros colectivos de minusválidos, participaron ayer en la Marcha Solidaria desde el puente de Palmas hasta Lusiberia, organizada por la Federación Extremeña de Deficientes Auditivos (Fedapas), integrada por las asociaciones de Badajoz y de Cáceres.

José Antonio Jiménez, presidente de Fedapas y de Adaba (Asociación de Deficientes Auditivos de Badajoz) expresó a la salida su satisfacción por la respuesta de la gente. El objetivo era promover una jornada de convivencia entre los asociados y, al mismo tiempo, "que nos vea la gente y sepa que estamos aquí y el que nos necesite pueda acercarse", señaló. Adaba cuenta en la provincia pacense con 450 socios, pero no son ni mucho menos todos los afectados por esta minusvalía. Jiménez reconoce que es muy difícil saber cuántos discapacitados auditivos existen, porque hay personas que no constan en las estadísticas.

Al lugar de encuentro acudieron autobuses procedentes de varios municipios de la región. La marcha comenzó con puntualidad a las 10.45 de la mañana. Los participantes atravesaron el puente y a lo largo del recorrido se establecieron seis puntos para ofrecer agua, repartir regalos y sellar las participaciones, un sistema que garantizaba que los asistentes alcanzaban la meta. A las doce empezaban a llegar los primeros al parque.

El presidente de Adaba reconoció que "siempre queda algo por hacer" en materia de integración, aunque mencionó que la región es pionera en la detección precoz de sorderas "y estamos tratando de avanzar en el tratamiento". En materia de integración laboral, también considera que se están obteniendo resultados bien encauzados.