"A mi padre en el centro de día le están dando calidad de vida. El alzheimer no tiene cura, pero los cuidados que reciben palian sus efectos y la enfermedad no avanza tan rápido". Yolanda Haba asistió ayer junto a su madre, Purificación Cáceres, a las jornadas de puertas abiertas del centro de Afaex, donde su padre acude desde hace tres años. Ambas se mostraban convencidas de que recibir un tratamiento específico por parte de profesionales ha sido fundamental para él y reconocían que, aunque a veces haya personas que crean que de este modo se delega el cuidado de un familiar en otros "estás haciendo lo mejor para él, que es en quien debemos pensar".