Este verano está siendo atípico y eso también está influyendo en el ritmo de las ventas. Durante los dos o tres días de agosto que hizo un frío inusual las ventas de prendas de la temporada de otoño subieron muchísimo. Pero el calor ha vuelto con fuerza y los comerciantes reconocen que "se están notando", según Eduardo Arroyo, porque está retrayendo a la clientela a probarse un abrigo, cuando fuera en la calle el termómetro puede llegar a rozar los 40 grados.