Javier Sopeña, un activista pacense de 25 años y colaborador del Observatorio de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Badajoz, resultó herido hace unos días en una carga de la policía marroquí en El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental, donde llegó hace dos meses.

Según su testimonio, se encontraba junto a decenas de saharauis y otros cuatro españoles en una vivienda esperando la llegada de once activistas saharauis que regresaban de los campamentos de Tinduf (Argelia) y cuando salieron a recibirlos "policías de paisano", que habían mantenido cortada y vigilada durante todo el día la zona, comenzaron "a cargar contra todos los que estábamos en la puerta con patadas y puñetazos", relató.

Sopeña logró repeler los golpes en la cabeza protegiéndose con las manos, pero recibió una fuerte patada a la altura del riñón que le causó lesiones de las que varios días después aún no se ha recuperado. Otros tres activistas canarios también fueron agredidos. Contó que durante toda la noche, más de un centenar de personas --entre ellos muchos niños-- tuvieron que permanecer refugiadas en la vivienda ante el asedio de la policía marroquí "que lanzó piedras tan grandes como cabezas" a través de las ventanas.

El joven pacense lamentó la impunidad con la que la policía marroquí actúa y señaló que el Observatorio de Derechos Humanos del Colegio de Badajoz ya ha redactado una denuncia basándose en el informe que él mismo ha remitido para presentarla ante la misión de la ONU y no descarta otras acciones legales.

No es la primera vez que el activista pacense es agredido por las fuerzas de seguridad marroquí, en marzo vivió un suceso similar. "Aquí es lo habitual", afirmó con resignación desde El Aaiún, donde continuará desarrollando su labor a pesar de este último incidente. Es la cuarta vez que Javier Sopeña viaja al Sáhara, donde su labor consiste en apoyar a los activistas saharauis, con tareas como el acompañamiento cuando éstos regresan de los campamentos de refugiados.