La acusación particular en el juicio por el crimen de Talavera, del que se acusa a José G. A., modificó ayer sus conclusiones provisionales para calificar los hechos ocurridos la madrugada del 18 de diciembre de 2014 de asesinato, en vez de homicidio, elevando la pena de 14 a 18 años por este delito, además de 5 por el de robo con violencia en casa habitada, lo que supone un total de 23 años.

Así lo expresó el letrado Alfredo Pereira en el juicio que se sigue en la Audiencia de Badajoz por la muerte de Antonio Paniagua en su domicilio, que fue atado con las manos a la espalda y recibió cuatro golpes en la cabeza con una maceta rellena de cemento, lo que hizo que estando tirado en el suelo le sobreviniera la muerte por axfisia, como explicaron los forenses.

El tribunal abrió el turno para hacer posibles modificaciones y las alegaciones definitivas y todas las partes anunciaron cambios. Además de la acusación, el Ministerio Público solicitó antes un receso para consultar, respetando así el carácter gerárquico de este cuerpo, explicó. De vuelta en sala, anunció breves correcciones para añadir «...durante la madrugada del día 18», a tenor de lo declarado por los forenses respecto de la posible hora de la muerte de Antonio Paniagua.

El fiscal señaló que «por el nuevo Código Penal se trataría de un delito de asesinato», pero no por el antiguo, teniendo en cuenta que la ley dice que en estos casos debe prevalecer lo que sea más beneficioso para el reo. Así, mantiene el delito de homicidio con superioridad y el de robo con violencia en casa habitada, con penas de 19 años en total.

Acusación y fiscal consideran probada la autoría del acusado, porque las pruebas de ADN lo sitúan en el lugar del crimen.

El abogado de la defensa, José Duarte, mostró disconformidad con las acusaciones sobre la base de que las señales del móvil en ningún momento lo sitúan en la casa de la víctima; por entender que el perfil de ADN del acusado llegó al lugar del crimen por contaminación; por que no se acredita la cadena de custodia de los restos genéticos; y por tanto no ve indicios racionales de su participación en los hechos.

Además, plantea como alternativa que «pudo encubrir a los autores desconociendo que la víctima pudiera estar axfisiándose», y que como posible encubridor, en caso de que se le condene, se apliquen atenuantes cualificadas; que en caso de internamiento sea en un centro terapéutico deshabituador --de droga--; y rebajar en dos o al menos en uno los grados de la pena impuesta.

Así mismo, el Juicio continuará el próximo día 29 de marzo, con la exposición de conclusiones definitivas de cada una de las partes, que dispondrán de 60 minutos cada uno para ello, anunció el presidente de la sala.