Hasta 430.000 euros calculan los técnicos del servicio municipal de Aguas que podría costar instalar bombas trituradoras en las dos estaciones de bombeo de los arroyos, para acabar con los malos olores que se soportan en las inmediaciones, sobre todo en verano. La más cara es la de la estación de bombeo norte, presupuestada en 330.000 euros y 100.000 en la sur.

El concejal de Aguas, Francisco Javier Gutiérrez, señala que el problema de los malos olores puede ser por el agua estancada en los arroyos en el periodo estival. En verano los colectores entran menos en carga y no se producen tantos vertidos. Las estaciones de bombeo se atascan cuando no pueden digerir todo lo que les llega y el agua sale por los aliviaderos. La solución para acabar con estas atascos pasa por la instalación de las bombas trituradoras. Según Gutiérrez, ahora el ayuntamiento tiene que buscar financiación.

En el último pleno, el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, matizó que los malos olores que se soportan no son un problema de salud pública sino «de bienestar social» porque son incómodos y señaló que el origen está en que las dos plantas impulsoras de agua sucia que instaló la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) cuando realizó la canalización de los arroyos fueron «deficientes» y están «chapuceramente» diseñadas. Fragoso señaló que ya se ha reunido con la directora general de Aguas del ministerio para intentar encontrar una solución.

A este respecto, el grupo municipal socialista ha emitido un comunicado en el que reclama que el ayuntamiento adelante el dinero para poner solución a los malos olores del Rivillas y el Calamón, pues recurrir a otras administraciones «retrasaría la intervención más de un año». El portavoz del PSOE en el ayuntamiento, Ricardo Cabezas, «no llega a entender» cómo marca las prioridades el alcalde, «cuando para lo urgente no tiene prisa y para lo accesorio hay miles de euros disponibles y sobrada diligencia», en alusión a las inversiones destinadas al parque canino y al arreglo del camino de la perrera, presupuestados en el Plan de Impulso.