Los vecinos de Valdebótoa afectados por la quiebra de la constructora Pyc Coronas, que construía 159 unifamiliares repartidas en cuatro unidades en las esquinas del poblado, tienen como principal objetivo no perder sus casas. Por ello, ahora, y una vez que el ayuntamiento aprobó liberarles de la protección oficial que limitaba el valor máximo de las hipotecas, negocian con el banco que financiaba la obra, el BBVA, un aumento de los créditos hipotecarios para afrontar los gastos derivados del proceso de quiebra y concluir las viviendas.

Un portavoz del colectivo manifestó a EL PERIODICO que "el constructor no ha querido hacer una estafa; el 80% pensamos que ha llevado una mala gestión. Hipotecó por una media de 48.000 euros por vivienda, con eso, más la entrada que dimos y las letras firmadas comenzó a construir; pero al ser embargado, para evitar la pérdida de las casas, los vecinos las escrituramos a nuestro nombre, tal y como están", unas 40 al 96%, otras en menor medida y la mayoría quizás al 30%.

De hecho, de las cuatro unidades, la constructora terminó la primera, de 40 viviendas; del resto, los afectados de dos de ellas han negociado con la misma empresa la terminación de las obras aportando más dinero, y los de la cuarta unidad lo harán con otra denominada Fasa, una constructora de Olivenza.

BUENA DISPOSICION

Los afectados ven una buena disposición por parte del ayuntamiento, que "parece estar por la labor de favorecer en lo que pueda", y calculan que si se reanudan las obras, pueden terminarse a final de año, "aunque luego queda la urbanización".