Aunque el viernes fue más flojo que en ediciones anteriores, la jornada del sábado «colapsó» de público todos los escenarios donde se desarrollaba Al Mossassa, desde el mediodía hasta pasada la medianoche, con una afluencia superior a la del año pasado, según informaron la policía local y la concejala de Cultura, Paloma Morcillo, quien cuantificó en más de 100.000 las personas que se acercaron al Casco Antiguo para participar de la fiesta, a falta de comprobar la afluencia de ayer domingo, en el que también se percibió numeroso público.

Morcillo constató que el sábado «no cabía ni una alfiler en ninguna de las plazas» y percibió «mucha más participación» en todas las actividades programadas, tanto en los talleres infantiles, con colas de niños a la espera de entrar, se llenaron todos los grupos para las visitas al yacimiento arqueológico de la Alcazaba y las dos representaciones teatrales en los Jardines de la Galera, además de mucha presencia de visitantes de otras ciudades, también de pasado árabe, como Granada y Córdoba, que querían conocer la fiesta de Badajoz «que ya tiene un reconocimiento nacional».

Desde sus orígenes a iniciativa de la asociación Amigos de Badajoz, Al Mossassa es una de las fiestas cuyo contenido más ha variado y evolucionado y todos los años incorpora distintas perspectivas. La concejala de Cultura piensa que aún no ha tocado techo. Cuando comenzó se dio más protagonismo a los desfiles. En los últimos años se han introducido actividades para los niños, para acercarlos a la historia, y ahora que aspira al reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional «habrá incluso que superarse, no reinventarse», remarcando el carácter cultural sobre la base popular que la define. Morcillo citó que el ciclo de conferencias que precedió al programa lúdico también superó las previsiones y las Casas Consistoriales se quedaron pequeñas, pero en la concejalía consideran que éste es el lugar donde deben seguir celebrándose. «Tendremos que ir buscando a otro tipo de público que todavía no hemos captada», se propone ahora la concejala.

El superintendente de la Policía Local, Rubén Muñoz, informó además de que la noche del sábado al domingo fue «muy tranquila» y a la una de la madrugada cerraron tanto los puestos del mercado como las tres barras. Respecto a las quejas de los artesanos a los que esta restricción horaria cogió por sorpresa, Muñoz señaló que desconoce «lo que se hace en el resto de España, pero en Badajoz hay unas normas que hay que cumplir y la policía lo único que hace es que se cumplan».

A este respecto, Morcillo reiteró que estas medidas se adoptaron para intentar conciliar el derecho al descanso de los vecinos y el de la diversión, así como evitar el botellón, para lo cual las barras se separaron y se integraron en el mercado. «En general ha funcionado bien», defendió.