El agua no consiguió ayer amargar el dulce a las miles de personas que desde las once de la mañana se acercaron al paseo de San Francisco para degustar los 400 kilos de roscón de Reyes y los 500 litros de chocolate preparados por el ayuntamiento, en colaboración con varias empresas y los soldados de la base de Bótoa.

Cientos de personas hacían cola en los tres mostradores instalados --refugiándose bajo paraguas, gorros y bufandas-- para probar el dulce y también fortuna, pues dentro de las 5.000 porciones de roscón había 800 regalos. Bicicletas, lotes de libros, tebeos, DVD, minicámaras, gorros, bolsos, auriculares y el gran premio: una tarjeta-regalo con 300 euros, que se llevó Isabel López.

"Me quedan cinco años de hipoteca y esto nos ayuda mucho", comentó ya con su premio en la mano. "Cuando lo vi, me puse muy nerviosa porque nunca me ha tocado nada", confesó. Su alegría era tan grande que esperó una hora hasta que llegaron su hija y su nieta Irene, de 3 años, para recoger el regalo.

Otras de las afortunadas ayer fue María, de 11 años. Su primera porción de dulce escondía una de las cinco bicicletas que se regalaban. "Ya tengo una, pero esta la usaré también", dijo. A Josefa, de 70 años también le tocó uno de los regalos. "Estoy pachucha y no he salido en todas las navidades, pero estos es tradicional y no podíamos faltar", señaló.

El alcalde Miguel Celdrán también fue, acompañado por la concejala de Cultura, Consuelo Rodríguez Píriz, a San Francisco. Elogió la participación, agradeció la colaboración de las empresas y pidió a los Reyes "salud y que nos apoyen para sacar adelante los proyectos que hay para la ciudad".