El médico y escritor Agustín Muñoz Sanz acaba de publicar su primera obra de teatro, Marco Aurelio , sobre la figura del emperador romano. Una obra que el autor presentó ayer en el López de Ayala, coincidiendo con el Festival de Teatro y Danza de Badajoz, acompañado del crítico literario y profesor de Literatura Enrique García Fuentes, y del director del teatro y también dramaturgo, Miguel Murillo. La publicación está financiada por la Fundación Caja Badajoz.

--¿Por qué Marco Aurelio?

--Porque es un personaje de tremenda importancia histórica, política, militar y sobre todo desde el punto de vista intelectual y filosófico. No está tratado prácticamente nada en novela y no hay nada en teatro ni el cine, salvo un pequeño papel en Gladiator con Richard Harris. Su único libro, Meditaciones , es un best seller histórico y es un personaje de referencia para todos los grandes intelectuales, pensadores, filósofos y políticos de todas las épocas desde el siglo II.

--Aborda sus últimos días de vida.

--Su última semana. Está en Vindobona, en una de las guerras contra los marcomanos, ya está fastidiado, tiene 58 años. Tuvo siempre una salud bastante precaria. Su médico de cabecera nada más y nada menos que fue Galeno. Era un cumplidor nato del deber y decía: siempre hago lo que tengo que hacer. Y lo que tenía que hacer es marcharse al frente de batalla estando enfermo. Cogió unas fiebres que en una semana lo mataron y entre la medicación que tomaba prescrita por Galeno, que llevaba opio, y la fiebre sufrió alucinaciones --esto ya es literatura-- y se le aparecen la figura de la madre y la de la mujer, que hacen un repaso de su vida personal, tanto de su infancia como de su vida adulta. Mezcla cuestiones filosóficas con otras de alta política y mundanas. Marco Aurelio era el Obama de la época, tenía todo el poder del mundo, pudo cambiar la historia si llega a ganar la guerra a los marcomanos. En la obra es un hombre que se debate entre la vida y la muerte, que está pasándose a sí mismo factura de sus hechos anteriores, de su vida personal y con una cierta frustración porque siendo el hombre más poderoso del mundo y un gran emperador, parece que no pudo controlar los asuntos domésticos. Ya se queja diciendo que ha estado pendiente de los asuntos de todo el mundo y sin embargo en el universo de su hogar se perdía.

--Para Marco Aurelio la muerte era "algo deseable".

--Era un estoico puro y tenía la idea de que todos cuando morimos nos convertimos en átomos y volvemos otra vez a la naturaleza. A él le preocupaba el dios interior, su conciencia, el alma. Y en ese sentido no le tenía miedo ni a la muerte ni a la enfermedad. De hecho, agonizando --esto es real, es histórico y creo que lo reflejo bien en la obra-- dice a sus generales y a sus criados que están llorando, que cómo es posible que estén preocupados por la muerte cuando es algo que nos llegará a todos, que se preocupen de su propio dios interior. Murió sin tenerle miedo a la muerte.

--Es por tanto una tragedia.

--Es una tragedia pura, pero es muy bonita porque como conozco bien el personaje creo que lo he reflejado bien. La obra ya la han leído personas que le han dado el visto bueno. Iba el año pasado al Festival de Mérida con Pepe Sancho pero murió y no la pudo estrenar. Este año iba a ir con Emilio Gutiérrez Caba pero por circunstancias que se me escapan tampoco ha podido ir. Y ahí está esperando que alguien se encargue porque es una obra que está escrita casi para Mérida.

--¿Está a la espera entonces de que una compañía la ponga en escena?

-- No, no. Yo no estoy a la espera de nada. Si una compañía solvente la quiere representar, yo encantadísimo. La obra está escrita y buena parte de la historia ya está completa.