Margaret McGinity, doctora en Filología Inglesa, profesora en la Uex, inglesa de New Castle, casada, tres hijos, ha recibido el homenaje de sus compañeros tras jubilarse con 30 años de docencia, y el día 21 recibirá el de sus amigos.

¿Cómo recaló en Badajoz?

--Como consorte, mi marido era director en La Orden.

¿Le costó acostumbrarse?

--Al principio. Comencé los intercambios de alumnos y profesores con Inglaterra, pasando congresos, siempre trabajando. Luego, los hijos nacieron en New Castle, pero volvimos enseguida.

¿Lleva bien la jubilación?

--Disfrutando de la falta de horario. Hago lo que quiero, pero sigo con alumnos de doctorado, un grupo chileno, escribiendo y haciendo cosas.

¿Vive cómoda en Badajoz?

-- Cuando vinimos, la ciudad terminaba en la autopista, la gente venía como al destierro; ahora es increíble, ha crecido muchísimo en todo, en actividad, en vida cultural. Y siempre hay quien te ayude ante un problema. Y es pequeña sin agobiar.

¿Proyectos?

--Escribir lo que no he tenido tiempo sobre enseñar inglés.

¿Creo que es usted viajera?

--Hemos viajado mucho, sobre todo con ponencias a congresos.