Una enorme columna de humo que procedía de las cercanías del Cementerio Viejo alarmó a la policía local y al servicio municipal de bomberos, que pudieron comprobar cómo a alguien se le había ocurrido la desacertada idea, en esta época del año, de deshacerse de neumáticos, basura y rastrojos, que había en un desguace.