El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, aceptó la petición que hicieron los grupos de la oposición municipal en el pleno extraordinario sobre el caso Astorga y anunció que se creará "lo antes posible; quizás la semana próxima; o mañana; y si puedo, hoy", manifestó al término del debate. Fue una sesión en la que el teniente de alcalde Alberto Astorga volvió a disculparse por los hechos ocurridos en junio, en relación a un altercado con un policía nacional, a raíz de aparcar mal su moto en la plaza de San José.

Ante las críticas de la oposición, que insatisfecha con las explicaciones dadas reclamó al edil popular que dimita, o que si no lo hace, que sea el alcalde quien lo destituya, y que, en todo caso, se cree una comisión de investigación, pues "ya no nos fiamos de usted", dijo Vegas.

Fragoso manifestó al término del pleno que convocaría dicha comisión. Hora y media más tarde se hizo pública la convocatoria de una comisión informativa para las 18.00 horas del próximo 11 de septiembre.

Durante el pleno --en el que hubo numerosas referencias al informe de la policía local publicado ayer por este diario--, los portavoces de la oposición insistieron en varias preguntas que, a su juicio, quedaban sin respuesta. Y dado que no aceptaban como buenas las dadas por el concejal, al plantearle si estaba seguro de que no aparecerían nuevas informaciones o grabaciones, y preguntarle "¿qué dirá entonces, volverá a disculparse?", entonces intervino el alcalde para aclarar que, de ser así, "tanto él como yo tenemos hablado que entonces no se sentaría donde está sentado ahora".

GRITOS DEL PUBLICO El pleno comenzó con la intervención de Astorga, de 15 minutos, a la que siguió un turno de réplicas; una segunda tanda de intervenciones, y una final a modo de conclusiones, antes de las cuales, un miembro del público grito: "¡Qué vergüenza, Badajoz no merece tener unos políticos como estos!", por lo que fue recriminado y optó por abandonar la sala.

El concejal admitió su error --detalló tres en el relato de los hechos--, explicó lo que ocurrió aquella noche desde su percepción y consideró que no tuvo una actitud "chulesca ni prepotente"; que no mintió, sino que se equivocó, por lo que no habló de presentar su renuncia, como le reclamaban los portavoces de la oposición, el socialista Celestino Vegas, y el de IU; Manuel Sosa. Este que no pretendía hacer un asunto personal del caso.

Los tres errores reconocidos fueron: el primero, "aparcar donde no debía"; el segundo, "no cambiar la moto haciendo caso al agente que le indicó que no podía dejarla ahí y que sería multada"; y el tercero, cuando regresó a por la moto, vio la multa y manifestó al agente su "malestar por el trato distinto con respecto a otros vehículos aparcados en el reservado de la policía". El edil admitió que se sorprendió cuando el policía le dijo que no cogiera la moto pues tenía síntoma de haber bebido: "Tomé una cerveza, un vino y nada más".

MULTA DE APARCAMIENTO Astorga admitió que esos hechos, "que seguramente originé y que nunca debieron producirse", "no fueron más que una multa de aparcamiento, que pagué, pero que han dado como resultado un informe policial, o un parte de incidencias", con el que dijo que no está de a cuerdo en algunas aseveraciones", y que "hablaba más desde aspectos subjetivos de una discusión algo acalorada, que desde la objetividad". Aún así, no se querellará con el agente que lo realizó, como le reclamó Sosa, porque no quiere tener un conflicto con las fuerzas de seguridad del Estado.

"Nadie, y menos un servidor público, un responsable político, puede verse envuelto en un incidente poco o nada ejemplar para la ciudadanía y que, a la postre, acaba deteriorando tanto la imagen de los políticos como de las instituciones en las que sirve", afirmó. Y añadió que "todo lo sucedido no es más que responsabilidad mía, por mucho que se haya magnificado, tergiversado o adulterado, especialmente en las redes sociales y en otros foros de internet".

ASPECTO DESALIÑADO Vegas criticó que Astorga llegara "jateado y con aspecto desaliñado" y utilizara a la policía para evitar que le hicieran la prueba de alcoholemia, achacándole una actitud de "prepotencia" pues consideró que "abusó de su condición de concejal" y que "rompió la multa".

El socialista preguntó quién ordenó desactivar la prueba de alcoholemia y volvió a pedir su dimisión o, en su caso, su destitución por el alcalde, "pues si no, el caso Astorga se convertirá en el caso Fragoso", dijo. Y añadió que si Astorga no fuese concejal, "esa noche habría dormido en el calabozo". El edil aclaró, como dice el informe de la policía local, que fue la inspectora de la Policía Nacional la que consideró que no era necesaria la prueba.

Sosa, por su parte, le manifestó que "usted ha mentido, no ha tenido coraje y ha abusado de su autoridad, por tanto tiene que irse. Y le planteó las preguntas: "Se ha querellado con el policía autor del informe, si lo que dice en él es falso? ¿Contestó al agente que usted aparcaba donde le daba la gana y que no sabía con quien estaba hablando? ¿Rompió la denuncia? ¿A quién llamó para evitar la alcoholemia? Y ¿Qué argumentos hubo para no hacer la prueba?".

MANTENER EL SUELDO Tanto Vegas como Sosa, que no creyeron al edil popular, ironizaron al decir que Fragoso no solo no le destituyó, sino que "le ha hecho un favor, le quita una delegación y le mantiene el mismo sueldo".

Astorga negó haber mentido y abusado de de su autoridad, así como haber roto la denuncia y haber dicho que no sabía con quién hablaba. Dijo que no se querellará contra el policía y aclaró que las llamadas fueron al inspector jefe de Seguridad Ciudadana, que no respondió; al superintendente, que le saltó el buzón de voz, y a la jefa de servicio de ese turno de la policía local. Y añadió que no tuvo trato de favor y que fue la inspectora de la policía nacional quien decidió que no se practicara la alcoholemia. "Yo no me negué", dijo.