El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, afirma que el incidente de las llaves de la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, es "pecata minuta" y no ve en los hechos "maldad ninguna".

Según la agencia Europa Press, dos agentes de la Guardia Civil del puesto de Sagrajas buscaron el domingo en este pueblo a la asistenta de la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, para pedirle las llaves de su vivienda porque las había extraviado. El PP extremeño pidió la dimisión de la delegada por este motivo.

Celdrán señala que a estas cosas no le da "importancia" sobre las que "hay interpretaciones y hay quien añade y quien quita valores o actuaciones".

Indica que que si la delegada había "tenido necesidad de llamar a la Guardia Civil, como si hubiera llamado a la Policía Local", ya que "hacerle un favor a alguien no cuesta trabajo, tengas uniforme o no tengas uniforme".

El alcalde incide que lo ocurrido se produjo en "un momento para ella que era importante" pues "tenía que atender a unas autoridades" y que si le hubiera mandado él también iba en "una situación muy especial". "Muchas veces los que tenemos responsabilidades tenemos que asistir a muchos sitios y nos vemos en el compromiso de tener que llegar", para lo cual "echas mano del diablo si es preciso para cumplir los horarios". Sin embargo, puntualiza que lo entiende "siempre y cuando que no se haga un abuso diario del tema o se tenga la gente a su servicio constantemente".