Llegó, habló y se fue dejando a la oposición con la palabra en la boca. El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, hizo lo que ya había anunciado que haría en el pleno extraordinario convocado a petición del grupo socialista para que Celdrán explicase la reorganización de su equipo, de la que habló cuando el primer teniente de alcalde, José Antonio Monago, reconsideró su decisión y optó por ir al Senado. El pleno se convocó ayer a la una de la tarde y duró apenas 6 minutos.

El PSOE había pedido el "análisis político, composición y responsabilidades del grupo de gobierno municipal, de acuerdo con la facultad que le corresponde al alcalde". Celdrán contestó recordando que los ciudadanos les dieron el respaldo en las elecciones y que llevarán a cabo el programa que presentó su partido. Añadió que según la Ley de Bases de Régimen Local corresponde al alcalde dirigir el gobierno y la administración municipal, así como nombrar y cesar a los tenientes de alcalde y a los miembros de la Junta de Gobierno Local, además del reparto de delegaciones, "y si el alcalde considerase necesario la modificación de la composición del grupo de gobierno dará cumplida cuenta al pleno municipal".

Al mismo tiempo, apuntó que al pleno le corresponde el control y la fiscalización de los órganos de gobierno, "pero en ningún caso compete al pleno ni la composición del grupo de gobierno, ni las responsabilidades o funciones que a los integrantes de dicho grupo les haya atribuido el alcalde al nombrarlos". Dicho lo cual "y no habiendo más asuntos que tratar" levantó la sesión, sin permitir que la oposición contestase.

En este instante, los concejales del PP se levantaron y abandonaron el pleno, ante la reacción atónita de la oposición, que gritaba "¡Viva la democracia!". "Os ha cundido", dejaba caer Celdrán mientras se marchaba.

El portavoz socialista, Francisco Muñoz, que no esperaba esta reacción, optó por intervenir tal como había previsto, aunque los escaños de enfrente estuviesen vacíos (momento en el que un espontáneo del público lo increpó). La intervención de Muñoz no duró mucho porque a los pocos minutos se cortó el sonido, ante la protesta airada de los concejales presentes, que calificaron lo ocurrido como "golpe de Estado", incluido el concejal de IU, Manuel Sosa. Posteriormente, Monago señaló que no habían dado ninguna orden de apagar el sonido, sino que el funcionario encargado lo hace habitualmente cuando el alcalde levanta la sesión.

A LA PRENSA Tras este desenlace inesperado, Muñoz compareció ante los medios de comunicación en el mismo salón de plenos, rodeado de sus compañeros para denunciar la actuación "totalmente antidemocrática del alcalde". El portavoz socialista señaló que se tenía que haber producido un debate en sede plenaria, sobre "un asunto que concierne y salpica a las instituciones y nos importa a todos los ciudadanos de Badajoz" y apuntó que cuando hay crisis de gobierno en otros estamentos se convocan plenos o se plantean interpelaciones. "Ni el PSOE ni la oposición se ha inventado la crisis de poder que ha vivido el PP durante los primeros días de abril. Han sido públicas y notorias las diferencias, que repercuten de forma clara en el gobierno municipal de la ciudad", señaló.

También Sosa, que días antes había señalado que la petición de este pleno era precipitada porque el alcalde aún no había decidido los cambios, se mostró muy crítico con lo ocurrido. Declaró que aunque el contenido del pleno era una cuestión secundaria, no así lo sucedido, que calificó como un hecho "grave". "Se ha producido un golpe sin precedentes al desarrollo democrático de un pleno, se ha sustraido el debate y ha salido la derechona que llevan dentro", dijo.

Monago compareció a petición propia para insistir en que el pleno fue así de rápido porque así lo marca el reglamento, tachó a los socialistas de "afrancesados" y dijo que "esto es una revuelta política que no tiene ninguna explicación".