El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, pidió ayer "sentido común" y dijo que espera que triunfe la "sensatez y el acuerdo" sobre la ubicación definitiva de la escuela regional de fútbol, después de que la Federación Extremeña se haya manifestado contraria a ponerla en marcha en la margen derecha, frente a Los Colorines, por los problemas de inseguridad que plantea la zona y haya advertido de que tiene la opción de llevar estas instalaciones a Talavera la Real si no encuentra en Badajoz unos terrenos más adecuados.

El alcalde señaló que no se puede amenazar con irse a Talavera "ni ponerse donde le dé la gana a uno" porque "quien manda en el urbanismo de la ciudad es el alcalde". Recordó que el proyecto de la escuela regional es antiguo, data de cuando gobernaba Rodríguez Ibarra y ya el equipo de gobierno aprobó la recalificación del suelo. Defendió por otro lado que toda esa zona donde se pretende ubicar sufrirá un importante cambio con Leroy Merlín, la conexión con la plataforma logística, el futuro Marcelo Nessi, el plan de rehabilitación de Los Colorines y la desaparición de las Cuestas.

Por su parte, el portavoz del equipo de gobierno, Francisco Javier Fragoso, dijo que sería "una tomadura de pelo" que esta escuela no estuviese en Badajoz.