El político, farmacéutico y profesor universitario ya jubilado Alfonso González Bermejo recibió ayer el homenaje de la formación que lideró y representó durante mucho tiempo, Izquierda Unida (IU). Y el de numerosos amigos y compañeros, algunos llegados desde lugares lejanos, de más de 1.400 kilómetros de distancia, con el fin de acompañarle a él, a su esposa, a sus hijos y nietos, en un acto que estuvo cargado de emoción y en el que se inauguró una calle que lleva su nombre.

Al mediodía de ayer se congregaron decenas de personas en los grupos Mirador del Guadiana, donde se encuentra una calle a la que el ayuntamiento ha denominado, accediendo a la petición de un grupo de ciudadanos, como Alfonso González Bermejo.

En dicha placa, además de su nombre, se le identifica como político y farmacéutico de Badajoz, siglos XX-XXI, y lleva la bandera republicana en la esquina superior izquierda, donde se ubica el habitual símbolo que identifica la actividad de la persona que da nombre a la calle.

LLOROS Y EMOCION En el acto de homenaje intervinieron Isabel Monterrey, "para hacerme llorar", explicó luego el homenajeado, y Carmen Pedrero, "que también lloró y yo tuve que esperar un buen rato hasta que se me pasara la emoción para hablar, porque todos hemos llorado todo lo que nos ha dado la gana", continuó.

Alfonso González Bermejo manifestó que el homenaje es "más que por méritos propios, por el cariño que me tienen mis compañeros y los amigos que solicitaron que pusieran mi nombre a una calle de la ciudad, sin decirme nada para que no intentara evitarlo".

Acto seguido añadió que "también por el cariño del alcalde, que accedió a esa petición". El exconcejal y exportavoz municipal de IU agradeció el gesto a Miguel Celdrán, porque, dijo, "tiene que ser el primer o el único alcalde del PP que da el nombre de una calle a un político de IU".

El homenajeado y su esposa recibieron sendos ramos de flores de IU y de la Asociación Matilde Landa, organizadores del homenaje. Alfonso González expresó que se sentía "muy emocionado por estar con mi familia, mi esposa, mis hijos, mis nietos y amigos míos". El homenaje continuó después con un vino de honor junto al Fuerte de San Cristóbal, monumento para el que tantas veces solicitó su restauración.