Nadie duda de que el Carnaval de Badajoz va a más, desde dentro. Cada año hay más murgas inscritas en el concurso y más comparsas desfilan el domingo, con la particularidad importante de que muchos de los nuevos grupos proceden de otras localidades, un mérito a reconocer teniendo en cuenta que el esfuerzo es mayor si quieren equipararse a los equipos tradicionales.

Sin embargo, algo debe fallar en la promoción del Carnaval pacense fuera de los límites de la región, porque pocas son las referencias en la prensa y en los medios de comunicación nacionales, salvo raras excepciones. Las contraportadas de periódicos e informativos están acaparadas por la grandiosidad de las reinas de Tenerife, la gracia de Cádiz o los ritmos brasileños.

Algo falla y no creo que promocionar la fiesta sea pasear una furgoneta de mercadillo pintada con caretas o instalar una mesa de camilla cubierta de folletos y pins en las barriadas y en los poblados de la ciudad, donde ya conocen de sobra el Carnaval, porque también es suyo. Algo falla, porque los hoteles estos días no se llenan ni por asomo.

Que las cabezas pensantes que dirigen la fiesta y tanto hablan de ella, se pongan a idear con tiempo la fórmula para que el próximo año sigamos siendo los mejores, pero más allá de nuestro ombligo.