Quizá más de uno se tendría que pasar por objetos perdidos cuando pierde algo antes de rezar a san Cucufato para encontrarlo. Según Antonio Pino, oficial de la unidad administrativa de objetos perdidos de la policía local, cada día reciben "más de 15 objetos extraviados", lo que supone una media de 200 al año. De estos, el 50% se devuelven a sus dueños.

Pino afirma que entre los objetos que más pierde la gente cabe destacar las llaves, la documentación y las carteras. También aparecen muchas gafas de sol y teléfonos móviles, pero Pino cuenta que "en realidad el número de pérdidas de éstos es más alto, porque la gente que se los encuentra se los suelen quedar y no los entrega a la sede". Además suelen recibir joyas, maletas de viaje, maletines, ropa, cascos de motos, bolsos e incluso dinero en efectivo.

El invierno es la época del año en la que los pacenses más extravían sus pertenencias, debido a que en verano la población disminuye en la ciudad. Y entre los lugares, los centros comerciales y las zonas de los mercadillos son los puntos donde la gente olvida sus cosas con mayor frecuencia.

Objetos extraños

Pino manifestó que cuando alguien encuentra algo --sobre todo la documentación-- intenta "buscar al dueño para devolverle el objeto". Aunque si han transcurrido dos años y nadie ha reclamado lo perdido, esto se entregará a la persona que lo encontró y lo llevó a la sede.

El centro de objetos perdidos cuenta con un almacén donde se depositan todos los objetos que se extravían y esperan a ser reclamados por sus dueños. Pino asegura que en él se puede encontrar todo tipo de objetos, desde una caja fuerte llena de joyas hasta unos esquís, pasando por la ortodoncia de un niño.

Pino señaló que los ciudadanos pacenses tienen el "deber de que si se han encontrado algo llevarlo a las oficinas de objetos perdidos", que se encuentran en las dependencias de la policía local.

Entre los objetos más extraños que han recibido se encuentran una dentadura, una caja de herramientas, incluso una colección de cupones antiguos. La anécdota de este servicio la protagonizó hace dos años una señora que se encontró 6.000 euros en la calle. Pino señaló que pertenecía a un señor que sacó una cantidad elevada de dinero de una entidad bancaria y al salir de se le cayó uno de los sobres que contenía los 6.000 euros.