La asociación Amigos de Badajoz se ha mostrado desde el inicio en contra del proyecto de ampliación del Museo de Bellas Artes elegido por la diputación porque las características estéticas y los materiales de su fachada no armonizan, a su juicio, con el entorno, en el que existen edificios protegidos, incumpliendo, según este colectivo, las leyes de Patrimonio, de Suelo y la normativa municipal urbanística. En esta lucha, en la que ha estado muy presente la sombra del cubo de Biblioteconomía, la asociación presentó un recurso de alzada contra la resolución de la Junta de Extremadura que permitía esta obra, que fue desestimado por la Administración regional. No contenta con esta decisión, Amigos de Badajoz dio a conocer ayer que el pasado 22 de diciembre presentó un recurso contencioso administrativo contra esta desestimación, si bien, según la Consejería de Cultura, este recurso se presentaría fuera de plazo.

Aun siendo así, las actuaciones de Amigos de Badajoz en este proceso no se detendrían en este recurso. En una carta dirigida al alcalde, el presidente de la asociación, Antonio Manzano, le anuncia que en el caso de que el ayuntamiento concediese la licencia de obras, como así ha sido, este colectivo "no dudará en recurrir la licencia ante el juzgado competente". En este mismo escrito, Manzano, apela al "sentido común" del ayuntamiento para que este edificio "altamente impactante con el entorno y a todas luces ilegal, no se construya y se reforme la fachada de acuerdo con la normativa".

Dada la situación, en Amigos de Badajoz se preguntaban ayer "si el dinero que cueste derribar y devolver el edificio a la legalidad lo pagarán los políticos municipales responsables de su bolsillo o harán que lo paguemos todos los ciudadanos de Badajoz, como ha pasado con el cubo".