La Asociación Amigos de Badajoz advirtió ayer que está dispuesta a acudir de nuevo a los tribunales si la planta de cristal añadida en el edificio del antiguo Instituto Bárbara de Braganza no se elimina o retranquea para que no sea visible desde la calle. En este sentido, exige a la Junta y a la Diputación de Badajoz que rebajen la planta hasta la altura aprobada en el proyecto, "que es la de enrasarse con el edificio del casino. De no ser así la asociación se planteará acudir una vez más a los tribunales", anunció ayer a través de un comunicado.

A esta asociación no le convence la explicación de Diputación, que manifestó hace unos días que se ha levantado una planta más para preservar los restos aparecidos en un muro. Amigos de Badajoz considera que "eso es solo una excusa para sacar una planta más a un edificio que por su carácter no lo admite" y mantiene que el aumento de la altura "a casi el triple de lo aprobado carece de autorización, ya que ante la Comisión de Patrimonio de la Junta no se ha presentado el reformado del proyecto que afecta al edificio".

Además, responde a la afirmación de la Junta y la Diputación de que la obra tiene licencia municipal y ha pasado la aprobación de las comisiones, recordándoles "que, desgraciadamente, eso no es ninguna garantía de legalidad, dado que el ´cubo´ de Biblioteconomía estaba en la misma situación y ahora es ilegal".

Amigos de Badajoz asegura que son varias las agresiones perpetradas por la Junta al patrimonio pacense, como al puente de Palmas, en el que realizó "una obra recurrible ante los tribunales", la rehabilitación de Puerta de Palmas y el derribo de la antigua plaza de toros para la construcción del palacio de congresos en el baluarte de San Roque, sobre el que asoman los anillo del edificio del palacio.

En cuanto a la ampliación proyectada del Museo de Bellas Artes con un nuevo edificio de cristal y hormigón perforado, este colectivo advierte que "el lugar donde se quiere hacer está a unos 20 metros del Real Monasterio de Santa Ana, que al ser de Interés Cultural tiene 100 metros de protección ambiental a su alrededor, por lo que la fachada del museo tiene que armonizar con el entorno como exige la Ley del Suelo".