Numerosos amigos y compañeros del soldado artillero Crístofer Juan Trevijano Barroso, fallecido el pasado miércoles en un accidente de tráfico ocurrido en la carretera EX-110 de Badajoz a San Vicente de Alcántara cuando se dirigía a la Base General menacho, en Bótoa, acompañaron ayer a sus familiares en el sepelio y el entierro que tuvo lugar en la iglesia del Perpetuo Socorro, cerca del barrio de Llera, en el que vive su familia.

Al entierro acudieron para dar su último adiós los mandos del Grupo de Artillería de Campaña (Gaca) XI, del que formaba parte el joven fallecido, así como muchos de sus compañeros de armas, además de otras personas allegadas que acudieron de inmediato a la llamada para llevar a hombros su féretro ante el altar de la iglesia.