"Estamos emocionados, por fin llegó el día. Esperamos que siga y que no se pare ahora". Estas eran las palabras de la presidenta de la ampa del colegio Nuestra Señora de Bótoa, Maribel Cáceres, tras ver las máquinas en la parcela donde se construirá el nuevo centro. Con el inicio de las obras se atiende una vieja reivindicación de la comunidad educativa, por la que la ampa lleva años luchando, unas veces en despachos y otras, en la calle con protestas. Ha sido un camino largo, lleno de desengaños, incumplimientos e indignación, pero ayer pudieron ver cómo comenzaba a materializarse un compromiso que venía de lejos.

La presidenta recordó que las actuales instalaciones son "tercermundistas" y que, pese a que se han hecho reparaciones, presentan graves deficiencias. "Estamos contentos porque se va a hacer el colegio, pero aún vamos a estar sufriendo dos años hasta que se termine", apuntó la secretaria de la ampa, Minerva Sánchez, en referencia a los problemas existentes --aseos, antigüedad de las dependencias, falta de espacio...-- en los edificios, a lo que se une el inconveniente de que hay familias que tienen a sus hijos repartidos entre ambos.