En abril del 2005, el Tribunal Superior de Justicia de Extramadura falló en contra de la Junta y del ayuntamiento y obliga a éste a asumir el mantenimiento del antiguo Nevero, servicio que hasta entonces prestaba la entidad de conservación.

Fue un empresario del polígono el que acudió a los tribunales después de que con la ampliación de El Nevero se le obligase a formar parte de la entidad, un deber que el tribunal entendía que sólo afectada a la parte nueva.

En junio los industriales de la zona antigua dejaron de pagar la cuota a la entidad de conservación, aunque el ayuntamiento sigue sin asumir los servicios. El polígono se divide.