Dentro de un año, si no ocurre una catástrofe, estaremos inmersos en plena campaña de las elecciones municipales y autonómicas. Badajoz echará la vista atrás a una de las legislaturas más complicadas que se han vivido en el ayuntamiento, porque los últimos comicios pusieron punto final a la mayoría absoluta del PP simbolizada en Miguel Celdrán. Su sucesor, Francisco Javier Fragoso, ha visto por primera vez las orejas al lobo; partidos minoritarios y emergentes se han estrenado en la corporación y han podido ser la llave de gobierno y los socialistas han visualizado la posibilidad de volver a agarrar el bastón de mando.

Los grandes partidos ya tienen definidos sus candidatos, sin sorpresas. El PP no experimenta con gaseosa y Fragoso aspira a repetir mandato en la alcaldía. El PSOE ha empezado a tirar de encuestas, de las internas, para definir su candidato y dejarse de probaturas llamadas primarias para decantarse por el que considera caballo ganador. Nada de enfrentar a los suyos y revolver la casa por dentro para definir al cabeza de lista. Ricardo Cabezas ya se sometió a unas primarias para la secretaría general local en la que los resultados no dejaron lugar a dudas sobre quién era el preferido de la militancia y el partido ha optado por acallar la voz discordante, ahora que, según aduce, ha comprobado que quizá Badajoz deje de ser una batalla perdida. Pero no son las únicas siglas en liza. El bipartidismo es historia. El panorama se ha animado y el elector tiene más alternativas en las que depositar su confianza. Poco a poco van mostrando sus cartas.

Badajoz Adelante, comisariado por Antonio Manzano, se quedó a las puertas de entrar en la corporación municipal. Si él hubiese sido el candidato de Ciudadanos, como inicialmente se postuló, seguramente a ambos les hubiese ido mejor, electoralmente hablando. Ciudadanos no acaba de pronunciarse. Su actual portavoz y única concejal en el ayuntamiento, Julia Timón, se ha postulado y no sería justo que después de haberse hecho cargo de los destinos de la formación naranja tras la crisis con Luis García-Borruel, la despacharan a su casa. Ciudadanos tendría que explicar por qué. Juega con la ventaja de que el electorado tiene la memoria de Dory y tal vez no sopese la trayectoria de Cs en el ayuntamiento, donde empezó pactando con el PP para que Fragoso siguiese de alcalde y cuando rompió con su portavoz Borruel, hizo borrón y cuenta nueva para firmar un nuevo pacto con la concejala que hasta entonces había estado en la sombra. Aunque Borruel no es el que era en el ayuntamiento, donde apenas muge ni cruje, se le ve muy activo en las redes sociales y ya ha anunciado públicamente que va a aspirar a la alcaldía. Eso sí, sometiéndose a las primarias de un nuevo partido, Juntos Por Badajoz. También está por ver quién será el cabeza de lista de Podemos Recuperar Badajoz, que celebra unos comicios internos para elegir a su candidato. De momento, Remigio Cordero sigue al pie del cañón y no ha desistido del intento, a pesar de que los últimos meses su grupo ha desaparecido del debate político municipal.

El horizonte que se vislumbra es entretenido. En las anteriores elecciones, el PP parecía que las tenía todas consigo, pero sus predicciones se fueron al traste y se abrió la puerta a una corporación más heterogénea. La legislatura ha sido difícil, como reconocía esta misma semana el alcalde. De momento, la campaña ya ha empezado: los que gobiernan presumen de logros y la oposición denuncia problemas sin resolver. Cada uno en su línea.