Este pacense de 58 años, joyero de profesión, regenta dos establecimientos, después de haber cerrado otro, todos en el Casco Antiguo y afirma que hoy se compra menos joyas que antes, y que el momento álgido del negocio son los Reyes.

¿Cómo empezó en el oficio?

--Con 17 años. Me establecí en Montesinos en 1962 y antes trabajé en una casa particular. También estuve en Arias Montano, que antiguamente de Emilio Castellanos, tengo la de Lara Molina y ésta, en la calle Obispo.

¿Y cómo ha cambiado la profesión desde entonces?

--Bastante, en el sentido de que ahora menos poder adquisitivo para esto que antes. Antes la gente se gastaba más dinero en joyas, porque se pagaba a plazo. Ahora se venden piezas más pequeñas. Antes se vendían más piezas. Quienes tienen mucho dinero sí compra, pero la persona media tenía antes más alhajas; ahora a lo mejor tienen miedo a llevarlas, y también puede influir en eso las comuniones.

¿En qué época y festividad se venden más joyas?

--En Reyes. Algo más también el Día de los Enamorados, las comuniones, las bodas, por ejemplo, como en las comuniones, se regala más dinero que joyas.

¿Qué demanda el público?

--En joyería, la sortija.