El arzobispo de Mérida-Badajoz, Antonio Montero, ordenó ayer sacerdote a cinco diáconos, durante la ceremonia que se celebró por la mañana, a partir de las once, en la parroquia de Jesús Obrero, en la barriada del Cerro de Reyes.

Los cinco nuevos sacerdotes son Enrique Merchán, de Aceuchal; Juan Moreno, de Campanario; Gregorio Prado, de San Vicente de Alcántara; Juan Francisco González Vizuete, de Ahillones y Francisco Domínguez Mancera de Zafra.

Cuatro de ellos son jóvenes, con edades comprendidas entre los 24 y los 27 años. Gregorio Prado, conocido entre sus amigos por Goyo , es la excepción, pues llega al sacerdocio con 54 años, después de haber trabajado durante toda su vida en la banca.

Todos fueron ordenados diáconos en la misma parroquia el día 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, excepto Gregorio Prado, que fue ordenado el 1 de marzo en el Seminario Diocesano.