NACIMIENTO VALENCIA, 1958

TRAYECTORIA NACIO EN EL SENO DE UNA FAMILIA MUY HUMILDE Y SU FORMACION ES AUTODIDACTA. NO TRABAJA POR INVALIDEZ. PRESIDE LA ASOCIACION DE EXPRESOS SOCIALES Y SE DEDICA A LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS

AFICION PESCAR

En 1974 declaró su homosexualidad a su familia, que pidió consejo a una monja y ésta lo denunció. Tras pasar por la prisión de Carabanchel dio con sus huesos en la cárcel de Badajoz, donde estuvo tres meses recluido por ser homosexual. Ayer, Antonio Ruiz volvió a este lugar, hoy convertido en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Meiac) para ofrecer su testimonio en el seminario Represión franquista de la homosexualidad , el primero de esta temática que se ha celebrado en España.

--¿Qué recuerdo le queda de aquello?

--Es algo que no se puede olvidar, viví mucho sufrimiento y mucha incomprensión. Además la trayectoria de nuestra asociación ha sido la de intentar recuperar la memoria y la represión en la dictadura franquista.

--La situación ha cambiado bastante para el colectivo ¿no?

--Para nosotros es una gran satisfacción haber conseguido derechos que antes se nos negaba, como la ley del matrimonio, es evidente que se ha avanzado en pocos años como no lo ha hecho ningún otro país, éste es uno de los países más envidiado en derechos civiles. Estamos muy satisfechos viendo además que hoy la prisión de Badajoz es un espacio de encuentro y libertad.

--¿Cuál es el mensaje de su asociación en este seminario?

--El mensaje principal es que tenemos que estar alerta para no ir atrás ni se vuelva a repetir esto. Hoy en día a los expresos sociales les quedan ya pocas reivindicaciones, porque se nos han hecho muchos reconocimientos, hay una placa en Badajoz, otra en la prisión de Huelva, hay un monolito donde hubo un campo de concentración en Fuerteventura. La cuestión moral la tenemos más que satisfecha, pero nos queda una que es muy importante, la económica. Después de la situación creada, salías de la prisión con antecedentes que te impedían acceder a puestos de trabajo y hemos tenido que sobrevivir como hemos podido, la única reivindicación que nos queda es la indemnización, como se indemnizó en otros tiempos a los presos políticos.

--¿Hay posibilidades?

--Estamos en conversaciones con el Ministerio de Justicia y con los grupos parlamentarios, y de momento va bien. No son tantas personas las que cobrarían, por desgracia ya no viven, quedan unos 100.

--¿Qué les queda por hacer a los homosexuales?

--El trabajo por los derechos humanos, preocuparnos por lo que sucede en otros países, y educar a nuestros niños en la tolerancia.

--¿Qué diría a quienes tienen miedo a declarar su homosexualidad?

--Cada uno es libre de declarar lo que quiera. Hemos puesto los pilares para que no padezcan lo que nosotros padecimos. Si uno se posiciona y desarrolla su personalidad, todo el mundo lo acepta.