El aparatoso incendio que se originó pocos minutos antes de las ocho de la tarde de ayer en un segundo piso de un bloque de viviendas en el número 18 de la calle Zurbarán obligó a los vecinos de éste y de otros dos contiguos, el 16 y el 20, a salir a la calle alarmados por el humo.

Afortunadamente no hubo heridos, pero los vecinos tuvieron que permanecer en la calle varias hasta que los bomberos extinguieron el fuego y ventilaron los pisos. Estaba previsto que sobre las once de la noche pudieran regresar.

El fuego, cuya causa se desconocía al cierre de esta edición, se originó en la salón del piso, en la que reside un matrimonio con sus dos hijos, aunque ninguno de ellos se encontraba en el interior cuando comenzó. Fue el dueño quien alertado por la alarma que tiene conectada al móvil el que al llegar al domicilio avisó a los bomberos, según contó Rosa, una de las vecinas cuyo piso comparte rellano con el incendiado y a la que el suceso sorprendió cuando regresaba a casa.

Lo mismo le ocurrió a Ana, inquilina del primer piso, que accedía desde el garaje y a la que los bomberos ya no dejaron pasar.

Según explicó uno de los jefes de equipo de los bomberos, José Antonio Jiménez, el foco del incendio estaba en el salón y debido a la elevada temperatura (entre 600 y 800 grados) la mayor complicación fue acceder hasta esta estancia para sofocar las llamas, ya que se vieron obligados a realizar continuos relevos. Fue necesario usar un vehículo con escala para forzar una de las ventanas con vistas a Fernández Mejías, cuya persiana se deshacía y generaba un intenso humo negro.

El amplio despliegue de los servicios de emergencia, además de bomberos participaron las policías local y nacional --que acordonaron las calles y regularon el tráfico--, Protección Civil y Cruz Roja, llamó la atención de cientos de ciudadanos que se agolparon en ambas calles para seguir los acontecimientos.