El mal de muchos no me consuela, por muy tonta que me considere. Que la escasez de plazas de aparcamientos en el centro de los cascos urbanos sea un problema generalizado en las ciudades, y hasta en las localidades de menor dimensión, no es óbice para dejar de insistir en la necesidad de encontrar una solución.

Los llanos en superficie que Adeba utiliza desde hace años para que los coches estacionen fue además de una salida para muchos desempleados de la ciudad, un servicio fundamental para las zonas más concurridas de Badajoz, a un precio asequible. Por 80 céntimos diarios aparcas en cualquiera de las explanadas de Adeba y por 11,20 euros tienes el bono mensual.

Como dice el presidente de esta asociación, estos llanos son la crónica de una muerte anunciada y lo deseable es que tiendan a desaparecer, simplemente por su impresentable estética. Sin embargo los aparcamientos subterráneos, como el que ahora se anuncia para la plaza de Conquistadores no son una alternativa justa, sobre todo para los trabajadores que cada día tienen que aparcar su coche cerca de su puesto de trabajo y que se dejarían el jornal en la taquilla del párking.