La fachada de la iglesia de Santo Domingo que da a la calle Gómez de Solís continuará apuntalada hasta finales de mes, que será cuando concluyan los trabajos que se realizan en las dos bóvedas dañadas, según calcula el arquitecto técnico de la obra, Angel Crespo.

Esta fachada lateral de la iglesia se encuentra apuntalada desde hace más de un mes con una gruesa base de hormigón y puntales metálicos, por el riesgo que presentaba debido a que las bóvedas se habían partido y desplazaban el muro de la fachada, apreciándose un "abombamiento" de ésta. Desde entonces se mantiene cortada al tráfico rodado la calle Gómez de Solís.

En estos momentos se está trabajando en las bóvedas dañadas. "Trabajamos en la parte superior, saneando la zona afectada y consolidando las dos bóvedas, que al abrirse empujaban la fachada", según Crespo, quien aseguró ayer que en un plazo de entre 15 o 20 días se podrá retirar el apuntalamiento y entonces se procederá a hacer "una pequeña intervención en la fachada para quitar el desplome".

En abril, los técnicos de Urbanismo realizaron una inspección y comprobaron que el estado que presentaba la fachada era muy peligroso por lo que se clausuró el templo hasta que los responsables de la obra garantizaron la seguridad, entonces volvió a abrirse, ya que las estancias afectadas están separadas del espacio de culto.

La situación de este muro, según Angel Crespo, no tiene relación con la grieta que se abrió a principios de año en la fachada principal, que ya se reparó.