La concesionaria del agua en Badajoz, Aqualia, acaba de incorporar al servicio dos nuevos camiones de saneamiento que permitirán duplicar la frecuencia de la limpieza de imbornales que se vienen haciendo anualmente y que si ahora son dos al año, pasarán a ser cuatro, "con lo que se garantiza el buen funcionamiento de toda la red", según manifestó ayer el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, durante la presentación de estos vehículos.

El jefe de servicio, Juan José Gómez, explicó que en la ciudad hay 14.500 imbornales que se dividen en cinco sectores que durante todo el año se van revisando. Los nuevos camiones, uno de 9 metros cúbicos y otro de 4, con presiones de 250 y 250 kilos, se emplearán en la revisión de pozos sépticos, colectores generales de alcantarillado y de imbornales de la ciudad, el mayor, y el más pequeño para las calles más estrechas del Casco Antiguo. Con estos son ya cuatro los vehículos de los que dispone el servicio para estas actuaciones. Los tres mayores se dedicarán a diario a revisar la red, salvo los días que haya que atender desatascos o, en el caso del Corazón de Jesús, van varias veces en semana para vaciar la fosa séptica.

El coste de estos dos camiones ha sido de 300.000 euros.