El edificio del antiguo hospital provincial seguirá siendo reconocible al mantener su fisonomía y estado actual porque el proyecto para su recuperación respeta las fachadas y el aspecto externo general que le da su identidad. Así se contempla en el proyecto ganador del concurso de licitación convocado por la Diputación de Badajoz, propietaria del mismo, para la rehabilitación de un inmueble emblemático del Casco Antiguo y el resto de la ciudad.

El proyecto ganador, seleccionado por la comisión de técnicos y refrendado por la mesa de contratación, es del arquitecto extremeño «joven y experimentado» José María Sánchez García (Don Benito, 1975), que tiene su despacho en Madrid, donde imparte clases en la Escuela de Arquitectura, y también en Suiza.

En este concurso se ha seleccionado su proyecto, que se ha adjudicado en 54.000 euros con un plazo de entrega de 28 días a partir de que se firme el contrato, siendo el precio base de licitación de 72.000 y el plazo de dos meses, explicaron José María Ramírez, director del Área de Fomento, y la jefa del Servicio de Obras de la diputación, Eva Aparicio.

Su propuesta respeta las fachadas de Minayo y San Atón y en la zona sur, entre las calles Sor Agustina y Fernández Mejías, solo contempla convertir alguna ventana en puerta. Todas las actuaciones se harán en el interior del edificio, conforme al grado de protección de cada parte, por un lado la zona histórica con pequeñas modificaciones, y por otro la de añadidos posteriores, el 40% del edificio. «La visión general no varía respecto de la actual, será la misma», dijo Ramírez.

Los criterios de valoración por parte de la comisión técnica, reunida en cuatro o cinco ocasiones, han sido en un 48% subjetivos --adecuación al entorno, necesidades, calidad arquitectónica, equipo--, y en un 52% objetivos --valoración económica, adecuación a la normativa--.

Las bases establecían claramente un programa de necesidades, un contenido mínimo, y dejar el resto de inmueble para otros posibles usos compatibles con los definidos en el proyecto. Éste recoge la inclusión de la Escuela de Idiomas y la Biblioteca de Extremadura entre la primera y segunda planta; en la segunda, el Archivo Provincial; en la baja una zona gourmet, de restauración, tiendas, ocio, o dos salones de actos públicos; y en la tercera, salas de coworking, de reuniones, de asociaciones y de audiovisuales de la biblioteca,

OTROS SIETE DESCARTADOS / El ganador ha sido el único proyecto de los ocho que se presentaron que ha sido valorado, pues el resto no cumplían los requisitos de las bases; dos no llevaban la biblioteca y el archivo y el resto incumplía la normativa urbanística, entre ellos el de los redactores del Plan Director del Hospital. Éste proponía «una cubierta general del inmueble que modificaba volúmenes. forjado, y sección», explicó Ramírez.

El proyecto diferencia la parte protegida, que da a Minayo y San Atón, en la que se respetan todos los elementos históricos, patio, iglesia, o bóvedas, por estar limitada la actuación, de la no protegida. Así, se modificarán algunos espacios, tabiquería, se restaurarán bóvedas originales y se crearán dos patios nuevos en la parte moderna, que al parecer es «la que está en peor estado».

Estas características las aportó ayer el director del área, pues el proyecto lo presentará en un acto público el propio autor.

Ahora, a partir de la entrega del proyecto, la diputación solicitará la aprobación del estudio de detalles y la licencia de obras, para poder sacarlas a licitación, lo que queda pendiente de fecha.

Sobre incluir un geriátrico, Ramírez afirmó que «no se propone, con independencia de que quienes pueden hacer esto parece que no quieren. Si bien el plan general permite el uso residencial, como el educativo y el comercial, es incompatible con otros usos. Si se hiciera un geriátrico sería para todo el edificio, pues no puede convivir con otros espacios»,

Además, el proyecto conlleva unos criterios bioclimáticos y se asegura la presencia de símbolos de la arquitectura extremeña, con el uso de materiales como la piedra, la cal y madera.

Sánchez García es autor de proyectos en la región como ‘El Anillo’ de Guijo de Granadilla, la adecuación del entorno del Templo de Diana en Mérida, otros nacionales e internacionales y fue seleccionado en la Bienal de Venecia.