Tres diáconos fueron ordenados sacerdotes ayer en la Catedral de Badajoz por el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil. Los jóvenes Antonio Maqueda, de 35 años, Mario Corrales, de 25 y Antonio Sabido, de 30, comenzaron su ordenación a las once de la mañana y salieron a la una de la tarde de la catedral siendo sacerdotes.

El arzobispo ya les había ordenado diáconos el 1 de octubre de 2005 en la concatedral de Mérida. Tras esta ordenación fueron enviados a la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia para ampliar estudios teológicos. En una entrevista para el semanario Iglesia en Camino, los recién ordenados contestaron que su experiencia en Valencia "ha sido una oportunidad de formación muy buena,pues hemos profundizado mucho en la teología". Antonio Sabido destacó también que estar en la Facultad San Vicente Ferrer le facilitó hacer un máster en orientación familiar "para profundizar en lo que significa la familia de hoy en día y sus problemas".

La Catedral de Badajoz se llenó para felicitar a los tres nuevos sacerdotes, un día especial para unos jóvenes que lo que más ansían es que la "sociedad encuentre en ellos un lugar donde sentirse aceptados y queridos", afirmaron.