Un nuevo puente entre Extremadura y el País Vasco. En eso se convirtió la Asamblea de Extremadura esta semana, con la visita de los componentes de la Mesa de la Asamblea, encabezados por su presidente, Juan Ramón Ferreira, al hemiciclo vasco. Durante la misma, los parlamentarios de la región coincidieron con sus colegas de la Cámara vasca en la importancia de llegar a los ciudadanos y manifestaron su intención de convertir los parlamentos autonómicos en un "referente" para solucionar los problemas de estos.

Así lo aseguraron en la reunión que mantuvieron el pasado miércoles, después de que los parlamentarios extremeños fueran recibidos por el lehendakari, Patxi López. Durante el encuentro, Ferreira coincidió con su homóloga en el Parlamento vasco, Arantza Quiroga, en su aspiración de ser "útil" a la ciudadanía a través de la actividad legislativa y recordó que "los parlamentarios siempre han jugado un papel decisivo a lo largo de la historia".

Tras su visita al Parlamento Vasco, los representantes de la Mesa de la Asamblea de Extremadura se desplazaron a Gernika (Vizcaya) para visitar su Casa de Juntas. Pero antes, el presidente de la Asamblea se entrevistó con la junta directiva del Hogar Extremeño Virgen de Guadalupe, a cuyo presidente, Manuel Sevilla, hizo entrega de una encina plateada como recuerdo.

Durante este encuentro, los miembros del hogar extremeño le transmitieron al presidente su perfecta integración en el País Vasco. Por ello, después, en la recepción en el ayuntamiento de Vitoria, Ferreira agradeció la generosidad del pueblo vasco con los emigrantes extremeños, al mismo tiempo que señaló la contribución de los extremeños al desarrollo de la zona.

Además de Ferreira, la delegación extremeña que se desplazó al País Vasco estuvo formada por Luciano Fernández Gómez, vicepresidente primero de la Mesa de la Asamblea; Laureano León Rodríguez, vicepresidente segundo; y Emilia Guijarro Gonzalo, secretaria primera.