La asociación Nariz Roja, que ha empezado a instalarse en Badajoz los fines de semana para concienciar a los jóvenes de que no conduzcan si han bebido alcohol, prestó servicio el pasado sábado a cuatro conductores que consideraban que no estaban en condiciones de ponerse al volante y llamaron al teléfono de esta asociación, para que sus voluntarios los trasladasen a sus casas en sus propios vehículos.

La campaña se inició el jueves. La caravana de Nariz Roja se instaló las dos primeras noches en el paseo Fluvial, junto al botellón , pero ya el sábado se trasladó a la fachada del teatro López de Ayala, que les facilita el suministro eléctrico. A la caravana se ha acercado mucha gente, incluso dueños de locales de copas que querían difundir en sus bares esta iniciativa. El próximo fin de semana estarán en el López y se moverán por Valdepasillas y la Urbanización Guadiana.

Los cuatro traslados se realizaron en una sola noche, un número que para Miguel Angel Segovia es satisfactorio "porque aunque solo hubiera habido uno, ya pensamos que podemos salvar una vida". Este voluntario cree que no son pocos, porque quizá todavía a la gente le cueste llamar para que alguien coja su coche y lo lleve a su domicilio.

NO ESTABAN EBRIOS Los cuatro conductores que solicitaron el servicio habían bebido alcohol, aunque no estaban ebrios. Los traslados se produjeron entre las dos y las tres de la madrugada; eran tres hombres y una mujer, con edades entre los 25 y los 40 años. En la asociación dejan claro que este servicio solo se puede solicitar una vez, porque el fin es concienciar, "Si no, qué cómodo sería sacar tu coche y que alguien te lo lleve a casa todos los días y ése no es el objetivo de la asociación", apunta.

Durante el fin de semana, han recibido 17 llamadas, la mayoría pidiendo información, aunque también unas cuantas de bromistas, según Segovia. Como curiosidad, una de las llamadas procedía de un joven de Madrid solicitando un servicio; se había enterado de la campaña por la televisión y creía que se desarrollaba en la capital. El equívoco ha permitido que Nariz Roja se plantee exportar esta iniciativa, a través precisamente de este joven que mostró tanto interés.

La caravana presta servicio desde las 22.30 hasta las tres de la mañana. No prolongan su presencia porque creen que la gente a quien va dirigida está medianamente concienciada y sabe que no puede conducir si se ha tomado un par de copas. Sin embargo, piensan que a los que siguen bebiendo toda la noche y luego conducen "es muy difícil concienciarlos".