La visión no es unánime entre los representantes de los residentes en el Casco Antiguo sobre la coincidencia de todas las fiestas que se celebran en la ciudad en este entorno. Mientras hay colectivos que han alzado su voz para que las celebraciones que no están arraigadas se trasladen a otras zonas de Badajoz, el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, José María Soriano, se mostró ayer tajante a la hora de defender «que se mantengan» todas en el centro histórico, eso sí, «dentro de un orden».

A Soriano le parece «una salida de banco» que haya quien proponga que se trasladen algunas fiestas a otros entornos. En concreto, el presidente del colectivo vecinal señaló que Al-Mossassa se tiene que festejar en el Casco Antiguo porque rememora la fundación de la ciudad y no se puede representar en otro barrio. «Son dos días, tampoco está todo el año», afirmó. «Siempre que se hagan las cosas bien, cumpliendo la normativa, se pueden hacer con normalidad, no se puede ser tan intransigente». Respecto a otras citas, como la Feria de la Tapa, apuntó que otros barrios como Antonio Domínguez también organizan la suya propia, o los Carnavales, que se celebran además en Santa Marina, no sólo en el Casco Antiguo, o Los Palomos, una fiesta que ha dado a conocer la ciudad en todo el territorio nacional y que aunque se inició en la plaza Alta, se ha alejado del centro histórico al trasladarse a los alrededores de Puerta de Palmas «y sólo es un día», insiste en el argumento.

Eso sí, como el resto de colectivos que han alzado su voz contra los generadores de ruidos y reclaman soluciones, la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo defiende que la solución en el conflicto por el ruido, en el que están en juego el derecho de los hosteleros a hacer negocio y el de los residentes a descansar, está en el cumplimiento de las normas y que haya vigilancia por parte del ayuntamiento. Soriano señaló que la postura de su asociación «es buscar la armonía entre las dos partes».

Del problema del ruido en el Casco Antiguo también habló ayer el portavoz municipal socialista, Ricardo Cabezas, quien acusó al equipo de gobierno de ponerse «de perfil» en este asunto, así como criticó su «quietismo» cuando quiere que los problemas se resuelvan solos «o se pudran». Cabezas señaló que este asunto debería mantenerse al margen del debate político y buscar «de la mano» soluciones «duraderas» que satisfagan a todas las partes implicadas durante muchos años, para lo cual el ayuntamiento tiene que convocar de manera «inmediata» la Mesa del Ruido. El portavoz municipal expresó su deseo de que la convocatoria se produzca «en las próximas horas» para empezar a trabajar por la ciudad «con la máxima generosidad y consenso posible».

Cabezas recordó que quien en su día concedió las licencias para que los hosteleros montasen sus negocios en el Casco Antiguo fue el ayuntamiento gobernado por el PP y no puede mantenerse al margen en el conflicto con los vecinos por el ruido. «Hemos perdido mucho tiempo desde que este problema está y se podría haber abordado desde el minuto uno del inicio de la legislatura, con todos los grupos políticos». El portavoz socialista no apuntó cuál puede ser la solución porque «no tengo la varita mágica», pero sí señaló que las leyes están para cumplirlas. En cuanto a la coincidencia de fiestas en el Casco Antiguo, Cabezas señaló que habría que estudiar las propuestas.