Las actividades de ocio y tiempo libre cobran un protagonismo cada vez mayor en las asociaciones de vecinos de Badajoz y de sus pedanías. Entre las actividades que ofertan, las musicales, como las clases de baile de salón, sevillanas, boleros o aeróbic, están teniendo una gran aceptación. Sin embargo, ninguna asociación dispone de locales adecuados o habilitados para su desarrollo, ya que ni disponen de autorización ni están insonorizados ni cuentan con la preceptiva licencia municipal de instalación y funcionamiento de equipo musical. Por ello, cualquier denuncia podría suspender estas actividades, que paradójicamente en la mayoría de los casos son financiadas con fondos municipales y derivadas de entidades como la universidad popular.

DENUNCIA POR RUIDOS El precedente lo ha sentado la denuncia de un vecino de Valdepasillas que ha llevado al ayuntamiento a suspender hace unos días las clases de sevillanas que se celebraban dos tardes a la semana en el local de la asociación de vecinos de esta barriada, un bajo de la calle Salesianos, número 9. Según el concejal de Policía Urbana, Alejandro Ramírez del Molino, la resolución adoptada por el consistorio en este caso ha estado motivada por la denuncia de un vecino al que le molestaba el ruido. Los informes de la policía local y del ingeniero técnico municipal consideraron "inadecuado el ejercicio de tal actividad en el citado local", por lo que se resolvió ordenar el cese de ésta, así como la retirada de la instalación musical, que en este caso era un radiocassette.

Ninguna asociación tiene licencia para desarrollar este tipo de actividades por lo que en casos como éste incumplen la Ordenanza Municipal sobre Protección del Medio Ambiente, en materia de ruidos y vibraciones, según Ramírez del Molino. A pesar de ello, el concejal aseguró que el ayuntamiento "no va a actuar de oficio, ni va a ir en contra de las asociaciones", pero "no podemos mirar para otro lado cuando hay una denuncia, tenemos que seguir los trámites habituales", precisó.

INDEPENDIENTES Algunas asociaciones, como la de San Roque, no temen enfrentarse a esta situación, ya que la ubicación de su sede impide causar molestias al vecindario. Esta se encuentra en la antigua plaza de abastos que también fue sede provisional del centro de salud de la barriada, "es independiente y está alejada de los vecinos", según su presidente, Ramón Olivenza.

En este colectivo las actividades son amplias y variadas, imparte desde baile clásico y sevillanas hasta teatro. "Incluso ensayan aquí dos murgas, pero a nadie le molesta". Otros no desarrollan actos ruidosos, como la de Santa Engracia, donde su presidente, Francisco Bazaga, lamenta que los mismos vecinos no sean algo más considerados y permisivos con las asociaciones "que realizan una labor, sin ánimo de lucro, en beneficio de toda la barriada, sobre todo de los niños y las mujeres".

36 GRUPOS En la actualidad hay 36 asociaciones, que representan a los 147.000 habitantes de Badajoz y sus pedanías. Todavía algunas de ellas carecen de sedes como es el caso de Río Caya, Dehesilla de Calamón, La Banasta, Urbanización Guadiana y Las Vaguadas.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Joaquín María Ramos, explicó que la mayoría de los locales cedidos a estos colectivos son antiguos, por ello no son adecuados para organizar muchas de las actividades que acogen.

Para evitar situaciones como la ocurrida con la asociación de Valdepasillas, el presidente de la federación pide que "el ayuntamiento regule la situación y ceda a las distintas asociaciones locales modernos, bien dotados y con todos los permisos y licencias pertinentes". Pero estos espacios deberían ser, en su opinión, centros abiertos a todos los colectivos y asociaciones de las barriadas de la capital.