Ocho días después de que compareciese ante los medios de comunicación para afirmar con rotundidad que no había estacionado en una plaza de discapacitados y que no iba bebido, el primer teniente de alcalde y concejal de la Policía Local, Alberto Astorga, aparcó sus vacaciones y convocó ayer otra una rueda de prensa, esta vez para "pedir disculpas". Aunque reconoció que es cierto que la noche del 13 de junio no estacionó en el reservado para el Cuerpo Nacional de Policía de la plaza de San José, como había asegurado, afirmó que no mintió sino que se "equivocó" pues tampoco ocupó la plaza de discapacitados en sí, sino la zona rallada, denominada de exclusión al tráfico, prevista para que los conductores con problemas de movilidad puedan acercar la silla de ruedas al vehículos.

El concejal negó que mintiese, pues aunque sus afirmaciones de la semana pasada no eran ciertas, "admiten matices" y achacó el "error de localización" al contenido de la documentación que obraba en su poder, en referencia a la multa, en la que no se expresa que la sanción fuese por ocupar una plaza de discapacitado, ni en la llamada de la Policía Nacional ni en el parte de incidencias de la Policía Local; así como a que hayan pasado más de dos meses de lo ocurrido. "Siempre creí que la motocicleta estaba estacionada en la zona del Cuerpo Nacional de Policía, pues apenas hay un par de metros", recalcó.

"No hay --dijo-- nada que ocultar de cuanto sucedió aquella noche y todo se redujo a una sanción por mal aparcamiento, que aboné, y a una discrepancia de pareceres entre lo que la Policía Nacional y yo entendíamos que pasó".

Astorga señaló que ha tardado en dar explicaciones por "la necesidad de contar con todos los datos para evitar cometer errores, como sucedió en mi anterior comparecencia". Dicho esto, pidió literalmente "perdón" a los ciudadanos de Badajoz "por estacionar mi motocicleta donde no debía", como también lamentó que tras aparcar en un lugar inapropiado se desencadenase "un incidente", que "nunca debió producirse, que lamento profundamente y por el que pido disculpas". Pues "ninguna circunstancia, aunque fuese oficial --se dirigía con prisas a una cena del Colegio de Farmacéuticos-- justifica que dejara allí la motocicleta".

Pero también quiso quejarse de que se le haya acusado de ir bebido y de ser "prepotente" y "mentiroso", calificativos que negó porque, a su parecer, "ha quedado todo suficientemente aclarado en mi primera comparecencia", por lo que no quiso volver a estas cuestiones y se remitió a las declaraciones de la semana anterior, en las que tachó de "falsedades" las afirmaciones recogidas en el parte de incidencias de la Policía Nacional. Y si no se le sometió a la prueba de alcoholemia fue porque, según dijo, la anuló este cuerpo policial.

Sobre la petición de cese o dimisión, señaló que en ningún momento se lo ha sugerido el alcalde y "yo no veo que los hechos que estamos tratando tengan la incidencia o la trascendencia para proceder a dimitir, por lo tanto no voy a hacerlo" y añadió que "por supuesto" se siente con autoridad para seguir en su puesto. En cuanto a la posibilidad de que el PSOE acuda a la Fiscalía, recalcó que no tiene "ninguna preocupación" porque "como el éxito sea el que ha tenido en otras ocasiones".