A tenor del último informe sobre la actividad económica en la provincia de Badajoz, de la Cámara de Comercio e Industria, se dibuja en el horizonte el fin del proceso de desaceleración y un repunte superador del estancamiento de los meses anteriores, aunque no contempla los efectos de la guerra en Irak en la economía mundial, si habrá o no recesión, y cómo ello podría afectar a la economía pacense.

La actividad económica desarrollada en Badajoz entre octubre y diciembre del 2002, "parece superar la atonía de los últimos trimestres", según las conclusiones del Observatorio del Comercio y de la Industria de la Cámara de Badajoz. También indica que al cierre del balance de ese año, el resultado "es favorable, apuntando si no a una recuperación, sí al fin de la desaceleración".

En dicho periodo, la actividad económica "ha moderado la tendencia a la baja mantenida a lo largo del año", y la tasa de actividad general "es la normal para esta época del año"; su volumen total es superior tanto al del trimestre como al del mismo periodo anteriores.

INCERTIDUMBRE GEOPOLITICA

Así, la cifra de negocio no fue la esperada para lo que sería normal en ese época para las empresas pacenses, y ello "ha repercutido en sus resultados y demuestra que nuestra economía no permanece ajena al proceso generalizado en el ámbito internacional de desaceleración e incertidumbre geopolítica".

En dicho periodo, el consumo privado de las familias ha modificado su ritmo, según se desprende de las ventas del comercio minorista, "de carácter marcadamente estacional y que impulsan el total de ventas, con relación al trimestre anterior, hasta un 20% en términos medios".

La contratación de nuevos pedidos, clientes y obras ha aumentado de forma moderada y al cierre del ejercicio económico del 2002, las empresas de la provincia "presentan una cartera de clientes y pedidos, en su opinión, normal", como lo son sus existencias, "más que suficientes para atender la demanda y sostener la velocidad de rotación de los productos entre actividades".

Asimismo, el IPC, principal preocupación en España cuando en la zonas euro es la falta de crecimiento, no ha afectado mucho al pago de proveedores, y un indicador significativo de la marcha económica fue el consumo eléctrico, un 9% mayor que el trimestre anterior, pero algo inferior respecto al mismo periodo del año anterior, con un precio con tendencia a la baja.