La noche del jueves al viernes fue movida para los amigos de lo ajeno, pues atracaron una farmacia y una carnicería, sin que coincida la identidad de los autores. El ladrón de la farmacia fue detenido in situ sin conseguir por tanto llevarse nada y se sabe que no pudo ser el mismo que entró en la carnicería, donde se apoderaron de 15 jamones, 5 paletas y 11 lomos, quesos y 60 euros en monedas para el cambio.

La carnicería desvalijada es la de Francisco Ramos, en la avenida de Colón. El dueño contaba ayer que no sabe a qué hora pudieron entrar pues él llegó sobre las 5.50 horas dispuesto a abrir el negocio, aparcó en la propia avenida y cuando al aproximarse se percató de que la reja de protección de la puerta estaba subida, ya sospechó que algo había pasado. Efectivamente, tras forzar la reja alguien rompió --seguramente con una marra-- el cristal de la puerta, que es de gran grosor e hizo un agujero de unos 40 centímetros de diámetro, por el que entró para apoderarse del suculento botín, que Francisco Ramos ha cuantificado en unos 4.000 euros. En 28 años, era la primera vez que roban en este establecimiento y ayer no se sabía la autoría. La Policía Nacional no dio ningún dato de lo ocurrido.

Sí informó sin embargo del intento de robo cometido en la farmacia de la calle Pedro de Valdivia, donde un hombre de 46 años, identificado como C. G. C., fue detenido cuando intentaba llevarse unos 400 euros de las dos cajas registradoras, incluido el sobre con 100 euros procedentes del cepillo de la capilla del padre Rafael, situada enfrente, cuyas monjas suelen entregarlo a Tomás Cantero, un trabajador de la farmacia, para que cambie en el banco la calderilla por billetes. Un ciudadano avisó por teléfono pasadas las 6 de la mañana de que el local estaba siendo asaltado. En esta ocasión también forzó la reja, rompió la puerta y entró. Dentro estaba todo revuelto. En esta farmacia han robado en tres ocasiones. Al detenido le constan 34 antecedentes por robos con fuerza.