Las máquinas trabajan sin demora en la solución definitiva que impida que vuelva a hundirse la calzada por problemas con la red de saneamiento en la confluencia de la autopista con Santa Marina, el paseo Fluvial y el puente de la Autonomía. El enorme socavón que se abrió el martes y en el que se hundió un camión se había aumentado ayer más del doble para que pudiera bajar una excavadora que seguía abriendo hueco. El jefe de servicio de Inspección de Aguas en el ayuntamiento, Juan José Gómez, señaló que al menos estarán trabajando entre 20 o 25 días hasta subsanar la situación, sin descanso, pues prevén no parar mañana, que es fiesta, ni el fin de semana. "El tráfico se abrirá cuando no haya ningún elemento que genere inseguridad", manifestó el concejal de Aguas, Francisco Javier Fragoso.

El martes resultó imposible introducir cámaras de televisión para inspeccionar el interior del colector en desuso porque el caudal las cubría. Ayer ya entró un buzo para captar imágenes hasta donde pudo, según informó Fragoso. En la entrada del puente de la Universidad confluyen el colector de Santa Marina y otro que circula por la margen izquierda de la autopista. Antiguamente, para aliviar este tramo, el ayuntamiento desvió este segundo desagüe hacia el río donde vierte por el caño de la Cambota. Juan José Gómez señaló que en aquel entonces se habilitó un aliviadero y ese agua salta hacia el agujero abierto.

La solución por la que se va a optar es descubrir el pozo donde se juntan los dos colectores para buscar el averiado y abrir una zanja desde el río hasta el socavón donde introducir una nueva tubería y al final se pondrá un pozo de registro prefabricado de pvc donde se unirán los dos colectores. Esta obra conlleva tener que romper una tubería de abastecimiento de 600 milímetros y colocar una nueva, aunque en este punto el agua está cortada desde el martes, si bien no ha afectado al suministro. Fragoso destacó que, a pesar de la avería, ningún vecino estará sin agua mientras se repara.

Gómez confirmó que el socavón del camión y el que está a unos metros, donde hace una semana se hundió el árbol, tienen el mismo origen, aunque en este segundo caso se rompiese la tubería de suministro, pero fue porque se quedó descolgada al hundirse el antiguo colector.

Fragoso señaló que posiblemente el colector se hundió días antes de que pasara el camión, pero la losa de asfalto resistió hasta que el martes cedió, por el peso del vehículo de gran tonelaje.

En el agujero abierto se introducirá un cajón metálico para que los trabajadores puedan hacer su tarea protegidos, por el peligro de derrumbe. Cuando se abra todo el tramo en el que se va a operar, a unos diez metros de profundidad, el agujero será el mayor de los socavones que ha soportado la ciudad. "Pero va a quedar arreglado de verdad, para que esto no vuelva a pasar jamás", señaló Gómez.