Estoy aterrado. Parece que nos ha mirado un tuerto. Lo que está pasando en esta ciudad los últimos meses es para echarse a temblar. Primero, hacía tiempo que no llovía tanto y el agua es vida, pero esto ya pasa de castaño oscuro. Podía repartirse un poco mejor. El Guadiana ya parece el Rin y hasta los helicópteros han tenido que intervenir para evacuar vecinos. Luego, la tierra se abrió, como si del día del Juicio se tratara, y se tragó un camión. Hace unos días cayó una granizada como no se había visto desde las plagas de Egipto. Y, lo peor de todo, es que sólo ocurrió en el estricto perímetro urbano. Mucho granizo por todas partes y, en algunas calles, más. O sea, que la distribución del meteoro fue todo menos socialista.
No se acabaron ahí nuestros males. No. Por si todo esto fuera poco, la semana pasada tembló la tierra y se oyó perfectamente. Estoy de acuerdo, esto no fue el terremoto de San Francisco, pero no me negarán, y no me tomo las cosas a broma, que esto de que el suelo tiemble en Badajoz, donde nada parece moverse nunca, tiene su cosa.
Y luego vienen las catástrofes inducidas. El cubo de Biblioteconomía suspendido sobre nuestras cabezas y, sobre todo, sobre la universidad como la espada de Manzano. El otro cubo vítreo, el de la Concejalía de Cultura, señalado con el dedo por el sanedrín de los saduceos. La ciudad sin matadero municipal y, por si fuera poco, en período de privatizar el servicio de limpieza, que nos va a salir carísimo y vamos a ver cómo resulta. Porque la mugre urbana nos llega hasta las cejas. Sólo falta que la cera de los cirios de cofrades y penitentes dure en el suelo de las calles hasta agosto, como el último año, y ponga en peligro la integridad física de los viandantes por el recorrido de los vía crucis.
¿No creen ustedes que con este panorama es para cubrirse de amuletos, poner velas a quien sea y gastarse un dinero en novenas? Badajoz se está poniendo muy peligrosa. ¿Será un aviso del Cielo para que, cuando toque, votemos a una candidatura de otro color para regir el municipio? Reflexionen, que es época.
