Tras varios años de movilizaciones y protestas para pedir la urbanización de su barriada, los vecinos del Cerro de San Miguel y el ayuntamiento han iniciado un acercamiento para buscar una solución a las cerca de 200 familias que residen en esta zona de casas bajas, situada en la carretera de la Corte, que desean ver sus calles libres de barro y matorrales y dotadas de alumbrado y mobiliario urbano.

Hace pocas semanas, el primer teniente de alcalde José Antonio Monago y el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, visitaron la barriada. "La primera vez que han pisado el barrio desde que en 1995 vino Monago con el alcalde", según declaró la presidenta de la asociación de vecinos, Amelia Tinoco, que se mostró "algo esperanzada" y también agradecida tras la visita de ambos concejales.

Monago comunicó durante su visita a residentes del Cerro de San Miguel, según manifestó el propio concejal a este diario, que el ayuntamiento acometerá por fases el proyecto de urbanización y valorará su coste para luego establecer "una contribución especial, porque los vecinos tendrán que aportar algo de dinero ya que esos costes de urbanización lo tuvieron que hacer en su momento cuando se hizo la reparcelación, igual que se hace en cualquier sitio de Badajoz, donde el promotor realiza los viales". En el Cerro de San Miguel fueron los mismos vecinos los que hicieron sus viviendas.

Amelia Tinoco explicó que "la intención es que el ayuntamiento financie una parte y otra la pondremos los vecinos". Pero antes habrá que esperar a conocer el coste que supondrá urbanizar y asfaltar el barrio. Para ello se ha previsto otra reunión, en la que se mostrará a la asociación de vecinos el proyecto y se negociará la forma de financiación, "aunque si es mucho lo que hay que pagar nosotros no podremos pagarlo", según la presidenta vecinal del Cerro de San Miguel.

IGUAL QUE LA BANASTA "Se quiere hacer como se hizo con La Banasta", señaló. Sin embargo, La Banasta se urbanizó con fondos procedentes de la Unión Europea. En este caso, los vecinos estuvieron negociando con el ayuntamiento desde 1997 y fue en el 2002 cuando se inició la urbanización de esta zona.

"La obra se dividió en dos fases, en la primera se hizo la red de abastecimiento y el alcantarillado, y en la segunda el pavimento y alumbrado de las calles, de lo que los vecinos teníamos que pagar el 20% de la primera fase y el 25% de la segunda, pero finalmente no tuvimos que pagar nada porque se pagó con dinero de la Unión Europea", según recuerda el presidente de la asociación de vecinos, Ramón Mato, que vive en La Banasta desde hace 13 años.

"La diferencia entre el barrio antes y ahora es como de la noche al día. Antes de urbanizar estábamos a oscuras, no podíamos dejar salir solos a los niños, todo se llenaba de lodo y barro, y ahora estamos muy a gusto, somos como cualquier otro barrio de Badajoz", según Ramón Mato, quien recordó "la cantidad de veces que nos manifestamos, le dimos mucho la lata al ayuntamiento".

También los vecinos del Cerro de San Miguel llevaron ripios a las puertas del Palacio Municipal y dejaron de ingresar el Impuesto de Bienes Inmuebles en señal de protesta, aunque finalmente volvieron a abonarlo.