La concejala responsable de la instalaciones de la perrera municipal, Ana Serra, tiene en proyecto promover un voluntariado que colabore en la atención a los animales, al margen de las asociaciones que puedan trabajar con el ayuntamiento, así como está estudiando la posibilidad de firmar un convenio con la Facultad de Veterinaria de Cáceres para que los estudiantes acudan a estas instalaciones a hacer prácticas. Es una de las opciones que se plantea una vez que mejoren las instalaciones de la perrera, donde se va a habilitar un espacio como consulta veterinaria, del que hasta ahora no dispone, según ha explicado Serra a este diario.

En la perrera existe una sala que se utiliza como centro de adopción y se va a adecuar una parte como consulta veterinaria con el mobiliario y el instrumental necesario para poder atender a los animales. La concejala apunta que la obligación de la perrera es ofrecer los cuidados "básicos" necesarios al perro si enferma para que pueda ser adoptado con conocimiento del adoptante. El veterinario solo atiende urgencias, para las que el ayuntamiento mantiene un acuerdo con una clínica y va a la perrera un día a la semana, que coincide con el de las adopciones. Ahora tiene que ver a los animales enfermos en los cheniles y tras la obra va a contar con un lugar específico donde inspeccionarlos y atender necesidades urgentes e inmediatas, como pueden ser suturas. Serra espera que el instrumental que necesitan les llegue por donaciones de empresas especializadas.

La concejala defiende que desde que ella está al frente de esta responsabilidad se ha preocupado por la situación de las instalaciones y de sus necesidades, que se han afrontado en cuanto ha sido posible. "Hemos ido haciendo muchas cosas a lo largo de estos 3 años para que los animales estén en condiciones", afirma y añade que si todos sus proyectos salen adelante "vamos a ser un centro de protección animal pionero".

Ahora se van a invertir 25.000 euros procedentes del remanente del 2013. Una de las actuaciones más importantes que se va a acometer es la ampliación del número de cheniles, que son los habitáculos donde están los animales. Tiene 22 y se construirán dos nuevos. Uno será para la entrada del animal cuando llega a la perrera. Además se colocará un piso antideslizante en toda la perrera. Las puertas no encajan y se van a arreglar los cierres y los alicatados. Se está adecuando el espacio exterior de esparcimiento, donde se colocarán dos bancos. También se va a pintar, fundamentalmente el zócalo, que es lo que más estropeado se encuentra y se va a preparar la entrada. Serra ya informó de la instalación de un descalcificador para el agua y la adquisición de un nuevo camión de recogida.

Por otro lado, la concejala anuncia la intención de programar un protocolo de actuación en la perrera, que ya están preparando y que regulará cómo afrontar diferentes situaciones desde el momento en que llega un animal a las instalaciones. Esperan tenerlo listo en noviembre y va ligado a las obras que se van a acometer. Los cambios que se van a introducir supondrán mejoras respecto a la atención veterinaria, la entrada y salida de personas a las instalaciones y todas las actuaciones que conlleva la perrera. Además, se va a ofrecer un curso para reciclar a los funcionarios de la perrera. En estos momentos hay cuatro, a los que se va a sumar otra trabajadora.