El Ayuntamiento de Badajoz descarta acometer un plan integral de sustitución de la red de saneamiento del casco antiguo, para solucionar los continuos problemas que acarrea su mal estado, pues supondría una inversión muy elevada y acarrearía demasiados problemas de tráfico, según ha explicado a EL PERIODICO el concejal responsable del Area, Nicasio Monterde.

La última gran avería que se ha producido ha sido el hundimiento de la entrada de la calle Ramón Albarrán en el cruce con San Sisenando. Este gran socavón es consecuencia del estado general de la red del casco antiguo. Monterde reitera que los colectores tienen más de cien años y están en muy malas condiciones "y cuando tocas en algún sitio para renovar las tuberías de abastecimiento, asfaltar una calle o pasa más tráfico de la cuenta, dan la cara".

Ha ocurrido en Suárez Somonte, donde el ayuntamiento aún está estudiando una solución definitiva; ahora en Ramón Albarrán, "y esperemos que se pare ahí y no salga más adelante". También sucedió hace varios meses en Madre de Dios, pero se solucionó.

El colector de Ramón Albarrán se encuentra a 4 metros de profundidad y se ha reparado, ayer se estaba hormigonando y falta por echar la tela asfáltica.

PARCHEO El concejal es consciente de que para acabar con esta situación o se acomete un plan especial de sustitución de colectores, con lo que implica tener que cerrar al tráfico gran parte del casco antiguo y una inversión importante, o parchear, sustituyendo por partes y confiar en que el problema no se extienda. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo sustituir tuberías de abastecimiento de agua potable, para lo cual se abren zanjas pequeñas donde se meten a medio metro, a cambiar los colectores del casco antiguo, que están a siete metros de profundidad, en calles estrechas de apenas 3 metros, con la peligrosidad que conlleva, ya que las viviendas se podrían venir abajo y no se puede garantizar la seguridad de los operarios. "Por eso se está actuando a medida que lo demanda el terreno y así vamos a seguir", insiste el concejal.

En Suárez Somonte, hay que cambiar toda la calle, lo que representa una cuantiosa inversión. Se aprobó un proyecto pero se ha paralizado porque cuando la reparación se iba a acometer se vio que las casas de la zona no tenían cimentación, podían venirse abajo y no se podía trabajar en una calle tan estrecha.

ESTUDIO El ayuntamiento ha pedido un estudio geotécnico del terreno y debe decidir entre dos alternativas: los micropilotajes, con una pantalla de hormigón armado para evitar desprendimientos de tierra y que los operarios puedan trabajar con seguridad y, otra posibilidad sería meter la máquina haciendo de topo e introducir una tubería, quedando la vieja inutilizada. Monterde defiende a priori esta segunda opción, aunque está pendiente de determinar la que sea menos costosa y la garantía del resultado. Aqualia realiza la obra. A la empresa competen las obras de abastecimiento y saneamiento, pero como se trata de una inversión, no una acción de mantenimiento, la paga aparte el ayuntamiento.

Esta avería fue descubierta cuando se abrió la calle para renovar la red de abastecimiento, porque en otros casos no se detecta hasta que no se produce el hundimiento. Monterde calcula que la inversión necesaria superará los 300.000 euros.