El Ayuntamiento de Badajoz acaba de hacer público, a través del Boletín Oficial de la Provincia (BOP), un listado con la identidad de más de 3.000 ciudadanos pacenses que tienen deudas pendientes con la hacienda local y a los que se ha iniciado el embargo de sus cuentas corrientes, porque no han respondido en ninguno de los procedimientos anteriores de cobro.

Según el concejal de Hacienda, Nicasio Monterde, no es inusual hacer públicos estos listados cada cierto tiempo, los cuales agrupan distintos conceptos, impuestos y multas a nombre de un mismo deudor. Algunas deudas pueden tener un par de años de antigüedad. El ayuntamiento tiene un plazo de cuatro años para cobrar. si no hace ninguna gestión en este tiempo, pero si ya ha actuado, el plazo se alarga. Tal es así que el edil asegura que ya no dejan que prescriba ninguna deuda: "ésa es una de las órdenes prioritarias que he dado, porque antes ocurría mucho".

Monterde reconoce que el proceso de embargo es "muy laborioso", pues tienen que enviar a cada entidad bancaria la identidad de cada contribuyente para comprobar si son sus clientes.

NOMINA Si no hay cuenta o saldo suficiente el siguiente paso es retener la nómina. Pero el deudor debe saber que el proceso lleva consigo intereses de demora y que cuanto más tiempo tarde el consistorio en cobrar, más tendrá que pagar. Según el concejal, al final, el ayuntamiento siempre cobra. "Ya sí" dice, y lo hace desde que recobró el servicio de recaudación. "Los que no se cobran son porque son insolventes, con los demás vamos a juicio si es necesario, llegamos hasta el final", remarca el concejal.

Monterde reconoce que la recaudación voluntaria se incrementa año a año, pero también dice que el pacense es buen contribuyente en la Agencia Tributaria y en la Junta de Extremadura, pero lo es menos con el ayuntamiento. "Siempre a medida que bajas escalafones en la Administración, a la local le cuesta más, porque hasta ahora no ha tenido los medios de la Agencia Tributaria, a la que se le tiene respeto, porque saben que actúa, pero de nosotros, pasan". Sin embargo, Monterde dice que esta tendencia está cambiando.