El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, dijo ayer que conoce la Ley del Suelo, que permite a los ayuntamientos expropiar terrenos en los que los propietarios no construyen en un plazo de 24 meses, pero defendió que antes de actuar debe saber por qué motivo los promotores o los dueños de parcelas que llevan años abandonadas, no se deciden a edificar, porque la misión del ayuntamiento "es tratar de mantener a las empresas". El alcalde argumentó que primero hay que saber los motivos por los cuales un empresario no construye, pues puede que le queden muchas viviendas por vender en otra promoción y apuntó que lo normal es que todo el que tiene una propiedad quiera venderla más cara de lo que la compró.

Celdrán contestaba a los datos ofrecidos el día anterior por el portavoz socialista, Moisés Cayetano, quien pidió un pacto del ayuntamiento con los promotores para poner en movimiento estos terrenos para evitar la especulación y en caso contrario, expropiar. Pero Celdrán respondió que esta medida no se ha adoptado nunca en Badajoz, ni cuando gobernaba el PSOE. "A nosotros --añadió-- no nos temblará la mano si tenemos que hacerlo, pero con razones, no porque sea Lola Flores o la duquesa de Alba, para salir en los papeles".

El alcalde afirmó que "si llegado el momento, se viera abuso o acaparación de terrenos por empresas con el objetivo de especular", el ayuntamiento aplicaría la ley. Pero añadió: "No conozco ninguna ley que prohíba a ningún español comprar y vender lo que le dé la gana".

AGUJERO Además, el alcalde insistió en que "la misión de este ayuntamiento no es fomentar la especulación" y prueba de ello es el funcionamiento de la Inmobiliaria Municipal, que el PP reactivó, después de que el PSOE la dejase "con un agujero de 800 millones (de pesetas)".

Por último, Celdrán lamentó que se culpe de todos los problemas al ayuntamiento, aunque no le competan y añadió que si sancionasen a todo el que incumple las normas "aquí no se podría salir con perros, ni sacudir alfombras en el balcón, ni aparcar a cinco metros de las esquinas, no se podría vivir".