Hasta el momento el Ayuntamiento de Badajoz ha demolido más de 940 viviendas afectadas por la trágica riada de hace once años, de las cuales 770 fueron cedidas por sus propietarios por intercambio de casas y 170 han sido adquiridas por la administración local. Solo en adquisiciones de estas viviendas arruinadas, el consistorio pacense ha invertido ya más de 5.450.000 euros, según los datos aportados por el concejal de Economía y Hacienda, Francisco Javier Fragoso.

A esta cifra añade además la cantidad que ha tenido que gastar en demoler estas construcciones, que han sumado más de 200.000 euros, así como la inversión en las medianeras que ha habido que arreglar para no dejar al descubierto las casas que no hay que derribar, y que ha supuesto entre 80.000 y 100.00 euros. Todas estas cantidades están saliendo en exclusiva de las arcas municipales, sin ayuda de otras administraciones, según se lamenta Fragoso.

La parte de estas viviendas que estaba más próximas a las orillas de los arroyos son las primeras que hubo que negociar y derribar para poder acometer el proyecto verde que ahora está a punto de culminar la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

El concejal de Hacienda tiene claro que este gasto que está afrontando el ayuntamiento "no se detiene" porque "desgraciadamente" todavía quedan otras 150 viviendas por adquirir y derribar, de las que una parte "muy pequeña" está pendiente de solucionar los trámites entre los propietarios y la Junta de Extremadura y que no serán más de 10. Fragoso calcula que pueden quedar por gastar otros 4,8 millones de euros, de los que se irá disponiendo "según vayamos pudiendo".

Este es uno de los flecos más evidentes que quedan pendientes en la ciudad después de once años de haber ocurrido la tragedia. Fragoso apunta que a Badajoz la riada no solo le costó los daños personales y las ayudas que entre todas las administraciones hubo que facilitar a todas las familias afectadas, sino que el ayuntamiento "además ha tenido que ir poco a poco intentando absorber una inversión que no es pequeña" para comprar y derribar las casas.

Solo este año, el consistorio ha adquirido unas 20 viviendas para las que ha tenido que desembolsar más de 800.000 euros y se han demolido más de 50. "En esta misma dinámica seguimos, pero no somos un ayuntamiento rico, no tenemos ayuda de ninguna Administración para este tema y solo podemos ir al ritmo que se puede, sabiendo que esto es un objetivo prioritario, tal es así que se demuestra por la cantidad de dinero desembolsada este año".

Francisco Javier Fragoso promete "seguir el ritmo" porque "el esfuerzo que ha hecho la ciudad ha sido tremendamente importante, tanto cualitativa como cuantitativamente" siempre con las miras puestas en "borrar de nuestra memoria visual los restos que nos quedan de aquella desgracia, aunque no es asumible de golpe".

Al problema del dinero se añade la dificultad de llegar a acuerdos con los propietarios, porque en muchos casos las viviendas no están escrituradas a nombre de los últimos dueños y los procedimientos "se complican".