El Ayuntamiento de Badajoz construyó entre el 2006 y el 2007 las pistas deportivas de Suerte de Saavedra en un solar del que no tiene título de propiedad, solo un "acuerdo verbal" con uno de los propietarios basado en que en el futuro este terreno pasará a ser municipal pues es un suelo de cesión obligatoria cuando se desarrolle esta parcela.

Es la explicación que dio ayer el portavoz del equipo de gobierno, Francisco Javier Fragoso, que compareció ante la prensa para responder a la información publicada por este diario, por el contencioso y la querella que ha presentado la familia Dug (la madre y los tres hijos) contra la ocupación de la mencionada parcela, por ser de su propiedad. Según Fragoso, el acuerdo "verbal" se adoptó entre el que fuese concejal de Vías y Obras, Alejandro Ramírez del Molino, el jefe de servicio Miguel Bonilla y Julián Dug, que es uno de los demandantes.

Fragoso empezó diciendo que el asunto es "una auténtica chorrada" y concluyó afirmando que los afectados "no están actuando de buena fe" y que están "confundidos con un mal asesoramiento jurídico". El concejal reconoció que "nos adelantamos, en la buena voluntad de hacer una pista para los vecinos de este barrio" pero también quiso dejar claro que lo que pretende ahora esta familia es sacar aprovechamiento económico de lo ocurrido y tanto es así que reclama 14,2 millones por la ocupación de un terreno de 1.425 metros cuadrados.

Para el portavoz, la explicación de lo ocurrido es "simple". Según dijo, en el 2005 el ayuntamiento modificó el Plan General de Ordenación Urbana a través de una alegación que presentó la asociación de vecinos, tras negociar con "varios propietarios", porque en Suerte de Saavedra había dos parcelas de uso comercial de dos plantas (de la familia Dug) y una zona anexa de espacio público de propiedad municipal más parte del aprovechamiento de las anteriores. Como este suelo comercial no se desarrollaba, se llegó un acuerdo para reordenar este espacio porque la asociación de vecinos demandaba instalaciones deportivas.

A la zona verde se pasó una parcela residencial de cinco plantas y las otras dos parcelas quedaron como espacios libres de cesión obligatoria. De esta forma, con el plan urbanístico vigente, el ayuntamiento construyó la pista en la parcela de la familia Dug "porque es de cesión obligatoria" y ellos en cambio pasarán a ser propietarios del terreno de uso residencial que ahora mismo aparece a nombre del ayuntamiento.

Según Fragoso, esto es "algo absolutamente normal" y se materializará cuando se apruebe la reparcelación, aunque en la actualidad, cinco años después, aún no se ha realizado. El concejal manifestó que la familia Dug no ha sufrido ningún menoscabo porque aunque la pista no existiese, en este suelo no podrían construir nada ya que sus aprovechamientos se han colocado en otra parcela.

El portavoz apuntó que en tres años nadie reclamó nada por lo que dejó caer que detrás de esta reclamación hay "un problema entre herederos que quieren sacar de aquí el oro y el moro" e incluso mencionó que existen intereses políticos, dado que toda la documentación de este proceso ha sido facilitada a los medios de comunicación por el grupo municipal socialista.